By Lina María Echeverri, PhD | @linaec
La estrategia de marca país se compone de una gran variedad de elementos como: los indicadores de turismo e inversión, el comportamiento de la economía y la política, el sistema cultural, la infraestructura y la geografía, entre otros. Elementos que parecen ser ahora insuficientes en la consolidación de una marca país, puesto que la figura presidencial ha cobrado relevancia por la visibilidad que le otorga a un país y por la exposición mediática frente a los observadores internacionales.
En el posicionamiento de una estrategia de marca país, la figura presidencial es un elemento crítico que incide directamente en la imagen de un lugar. La figura presidencial logra mejorar o deteriorar la imagen de país. Sea por su actuar o pensar, y aún más por la sensibilidad mediática que tiene un presidente. Especialmente en Latinoamérica, el rol de un presidente se ha configurado en tres perfiles: el relacionista público (caso Colombia, Estados Unidos, Brasil), el caudillo social (caso Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua) y el seguidor (caso Argentina y México). Explico a continuación estas tres figuras desde la perspectiva de branding:
El relacionista público se caracteriza por tener buenas relaciones, aliarse con aquellos presidentes que tienen intereses comunes y de aquellos países que tienen sus economías estables o en potencial crecimiento. No le temen a las crisis, su confianza refleja tranquilidad a inversionistas y turistas, y es muy cercano a los medios. En el caso de Colombia, es claro que recientemente hemos tenido presidentes que aplican a su criterio una estrategia de personal branding. Lo que ha motivado que Presidentes como Uribe y Santos hayan estructurado una marca propia que la sociedad civil y empresarial ha logrado confundirla como una estrategia de marca país.
El caudillo social, convencido de una ideología que tiene contados sus días, ha generado contradicciones. Si el bienestar colectivo prima sobre el individual, han logrado revertir este pensamiento y aumentar la incertidumbre para su población. Un actuar político que prima sobre lo económico, pensado en un presente que carece de futuro. La figura presidencial de Venezuela ha marcado un hito histórico, que distrae la estrategia de marca país y otorga prioridad a un modelo político que logra deteriorarla.
El seguidor, es aquel presidente que apropia ideologías políticas y económicas de otros. En el caso de Argentina, un marca país que había demostrado crecimiento, se ve afectada por el pensar y actuar de la figura presidencial. Sin embargo, su imagen país está llena de contrastes que de manera externa hace sostenible una imagen país en deterioro. Entre habemus Papa y Reina en Europa, todavía puede haber futuro para la consolidación de su marca país. En el caso de México, la figura presidencial ha tenido que soportar un tema crítico como el crecimiento de la inseguridad que ha afectado el flujo de llegadas de turistas. Un país que cambió su geografía, pasó de ser Centroamericano a pertenecer a Norteamérica. Para ellos ser vecinos de Estados Unidos se ha convertido en una ventaja competitiva.
En este sentido, hoy la marca país depende del grado de exposición que tenga un presidente. Situación que no debería ocurrir, porque cuando se cambie de presidente, la estrategia de marca país podría desaparecer y los esfuerzos en posicionarla en mercados internacionales serían nulos. Se hace necesario desligar la imagen de la figura presidencial del concepto de marca país. En el caso de los países latinoamericanos, algunos presidentes la han convertido en una campaña política presidencial y no como una estrategia de branding perdurable y blindada a los efectos del pensamiento ideológico de un presidente.
No estoy de acuerdo con Santiago cuando se menciona que la figura como presidente no quita ni pone nada en el posicionamiento que llega a tener de una marca país. En esta discusión y la relevancia que juega una figura presidencial no debemos generalizar. Los ejemplos citados distan de las realidades de la mayoría de mandatarios en América Latina. En el caso de Francois Hollande presidente de Francia estamos haciendo referencia al país que más turistas recibe año a año en el mundo y con un alto posicionamiento, es decir el posicionamiento de la marca país transciende en importancia de lo que suceda con un mandatario de turno. En el caso de José Mujica presidente de Uruguay si considero que su bajo perfil tenga incidencia sobre el posicionamiento actual de esta nación.
Países emergentes que recientemente estén iniciando procesos de construcción de posicionamiento marca país como el nuestro o los vecinos son más frágiles, expuestos y dependientes de la figura presidencial y su actuar.
En mi opinión no estoy de acuerdo con este argumento, la figura política presidencial debe ser entendida como una imagen integral del mandatario al mundo, desde su parte personal hasta sus ideologías políticas y sus planes de gobierno, todo en conjunto tiene un alto impacto en la imagen de la marca país, muchos casos de presidentes con ideologías bastante radicales en el mundo han perjudicado o beneficiado el turismo, la inversión extranjera y las economías locales, esto tiene grande repercusiones en la marca país, ya que desde sus ideologías se plasman las acciones de gobierno que le darán un buen o un mal posicionamiento al país como marca. Temas personales que tiene la vida privada de un mandatario como cualquier otro ser humano puede afectar la imagen personal y dado que es una figura pública que representa todo un país, en cierta medida si puede llegar a afectar positiva o negativamente la imagen del país que tienen algunos actores internacionales. Esta figura se debe entender como la cara visible ante el mundo del país y muchas de sus acciones favorecen o perjudican la marca país, por ejemplo las relaciones públicas que maneja un presidente pueden generar alianzas con otras geografías que beneficien el posicionamiento de la marca país, caso Colombia que gracias a la imagen que proyecta nuestro mandatario en el mundo está empezando a generar más confianza nuestro país, lo que beneficia el posicionamiento de la marca país.
Apreciando el aporte de Santiago, la figura presidencial no debe ser analizada firmemente como figura pública, aunque su prescripción permita relación directa con el tema, más aún, el tratamiento como gobernante contribuye a un análisis más directo de funcionalidades. Un gobernante direcciona el diseño, desarrollo, gestión y administración de estrategias de posicionamiento en el mercado extranjero de su país. Un sistema de inversión integral o un sistema de integración en seguridad social es más perceptible por los inversionistas y turistas extranjeros que una simple “aparición crítica en farándula”.
Cuba se ha visto envuelto en un sistema político que ha pausado diversos esquemas de desarrollo interno, la inversión extranjera dejó hace algunos años de observar estratégicamente este país con motivos de comercialización de bienes o servicios, aunque su fuerte se viera marcado por el turismo y la educación, este es un claro ejemplo de desaceleración marca país en latinoamérica. Actualmente Cuba ya ha permitido flexibilidad interna y externa, es un proceso extenso pero factible de crecimiento como nación.
Para dar respuesta al primer interrogante y en mi opinión, la figura presidencial es relevante en el posicionamiento de una marca país pues el presidente es el primer embajador del país en el mundo, como se citaba en el artículo “Estrategias y experiencias en la construcción de marca país en américa del sur” la marca país no solo depende del turismo, hay otros factores como la economía local, la estabilidad política, las transformaciones productivas, y ésto en gran medida hace parte de los programas de gobierno que proponen los mandatarios de los países, cuando hay buenas políticas internas generalmente se ven reflejadas en crecimientos sostenibles y estabilidad política que proyecta una imagen positiva del país al exterior, no sólo motivando el turismo, sino también la inversión extranjera y las alianzas comerciales que fortalecen el posicionamiento de la marca país, caso Chile en Latinoamérica que gracias a la gestión de su líder y su programa de desarrollo ha mostrado una marca país atrayente para muchos actores. De igual forma una figura presidencial que genere inestabilidad política, económica y social ante el mundo perjudica el país como marca ya que si desde la imagen y los ideales políticos que proyecta el primer mandatario se puede visualizar la situación interna.
Para dar respuesta al segundo interrogante, tomare el caso Venezuela, que en los últimos años ha perdido posicionamiento de marca país en el ranking mundial. En mi opinión la figura presidencial que empezó con Chavez y la que actualmente continúa con Maduro ha perjudicado el posicionamiento de la marca país, ya que la imagen que han proyectado estas figuras políticas ante el mundo son mensajes de inestabilidad y conflictos internos que han perjudicado la inversión extranjera, el turismo y la economía local, haciendo que empresas locales tengan menos oportunidades en los mercados globales, generando así desconfianza en las marcas de la geografía local por su alto grado de inestabilidad que generan las políticas internas, para mejorar su reputación es necesario volver a generar confianza para los actores externos con cambios en la política interna que se ve reflejada en una imagen segura y confiable del mandatario ante el mundo.
P.1: El marco y el direccionamiento presidencial son directamente responsables por el desarrollo de una nación analizada desde múltiples perspectivas comerciales, económicas y políticas. Una marca país no es una relación de imagen que pretende simular atributos frente a extranjeros, o una serie de situaciones que pretenden ser mostradas con el fin de acrecentar el autoestima de un país, una verdadera marca país debe ser un planteamiento, un desarrollo, una aplicación y una gestión de estrategias de posicionamiento en turismo, inversión extranjera y exportaciones para encontrar valores agregados que permitan dejar de lado la competencia entre naciones y cree diferenciales de crecimiento. De esta forma, la figura presidencial direcciona los medios y métodos para lograr objetivos de desarrollo; una inversión correcta provee a corto y largo plazo fuentes de crecimiento en los sectores seleccionados. El inconveniente de muchas administraciones presidenciales no es la cantidad de presupuesto disponible para invertir sino el cómo invertirlo. Apropiadas inversiones en el sector turismo y seguridad social permiten un mayor reconocimiento en materia de ventaja social para un país. Finalmente, opino que la fuerza de inversión mas grande debe ser destinada al sector social y educativo, dichos sectores integrarán la mejor capacidad para diseñar planes estratégicos de desarrollo urbano, seguridad social, ámbito económico, turismo y sobre todo, el modelo de una identidad nación de referencia. P.2: Venezuela ha estado inmersa en dos periodos de desagregación nacional frente al desarrollo de la región, dificultades políticas y sociales han hecho de este país un punto débil en término de garantías para inversionistas, adicionando el decreciente flujo de turismo extranjero. Las condiciones y el apoyo gubernamental para crear empresas no es el óptimo, el temor a expropiación de multinacionales reduce los niveles de imagen mundial de Venezuela. Como lo mencione anteriormente la figura presidencial es decisiva para el desarrollo de marca país en una nación, en este caso los dirigentes han creado conflictos internacionales que dejan mal posicionado los objetivos y planes de desarrollo. Venezuela debería iniciar un nuevo proceso democrático y un desarrollo sostenible social, cultural, económico y político, efectuando disminuir niveles de inseguridad y promoviendo la entrada de conocimiento extranjero. En materia de turismo existe un potencial aún no explorado o mantenido a conveniencia, es importante que la directriz nacional aproveche los ingresos de su más fuerte producto de exportación y lo invierta en calidad de crecimiento.
Estoy de acuerdo, para cambiar percepciones negativas lo mejor es trabajar con estrategias que apelen a emociones y generen conexiones, sirvan como estímulo para generar cambios profundos a nivel de comportamiento, y al final se vean reflejados en un cambio en el actuar cotidiano. Este cambio finalmente contribuirá a desplazar la imagen negativa con que asocian actualmente a Venezuela. Se deben hallar esos elementos que son comunes y representan un valor importante en los venezolanos, volverlos inputs de las estrategias de comunicación y lograr exaltarlos. Se debe tener en cuenta que debe existir un cambio real en el liderazgo político y la reaparición de los diferentes gremios, logrando soportar una imagen solida ante la comunidad extranjera. Me encanto el video de Kosovo!!!
La figura presidencial se convierte relevante en el posicionamiento de una marca país en la medida que su rol respalde o por el contrario genere controversia al convertirla en una campaña política, también la relevancia estará influenciada por el manejo que se haga a nivel de comunicaciones. Hoy en día existen muchos canales de comunicación que hacen que la información se comparta de manera más fácil y ágil, lo que obliga a los presidentes como autoridad en un país a mantener un contacto directo con su entorno; la relevancia de la figura presidencial dependerá en gran medida del manejo que esta persona haga de los medios de comunicación y el rol que ejerza, lo cual automáticamente genera reacciones por parte de todos los que tenemos acceso a estos medios.
La relevancia de la figura presidencial estará en manos de quien la ejerza y esta persona podrá generar apoyo o controversia hacia la estrategia de marca país según sus decisiones y acciones, creería que quien este en esa posición debe ser consiente del poder de influencia que tiene y así mismo quienes conforman el equipo de trabajo de la estrategia de marca país deben velar porque esta relación no se convierta en una amenaza y conserven el rol de la figura presidencial como relevante mas no determinante en el éxito o fracaso de la estrategia de marca país, controlando los intereses personales que puedan estar involucrados y procurando que la estrategia de marca país sea coherente y perdurable en el tiempo, logrando emitir un mensaje unificado.
Los últimos presidente que ha tenido Venezuela y su filosofía política actual ha frenado drásticamente el desempeño del país, lo cual ha tenido resultados desfavorables en su reputación, generados por la desconfianza que perciben los inversionistas extranjeros, la inseguridad que perciben los turistas y la imagen desfavorable que proyecta su actual mandatario; desde mi punto de vista la estrategia de marca país debería apuntar a la integración nacional rescatando del imaginario colectivo de los venezolanos su verdadera identidad y valores que permitan generar una estrategia fundamentada en elementos reales que reflejen el sentir del país y se aleje de los intereses políticos que existen en el poder actualmente, sin embargo por el tipo de roles que han tenido sus últimos presidentes la estrategia deberá estar soportada por un cambio en el pensamiento en el gobierno actual o la llegada de una nueva filosofía que le brinde a la estrategia el apoyo necesario en el momento de la implementación.
Concuerdo con Santiago Reyes en que la figura presidencial puede afectar positiva o negativamente a una marca país, pero no concuerdo en que «ni le quita ni le pone» con su labor, pues depende de cada marca. Santiago dice que la marca país la afectan las decisiones que se tomen durante el gobierno de un presidente ¿Qué pasa cuando estas decisiones no son coherentes con lo que la marca país comunica, o cuando se contradicen? Si las decisiones fueron aprobadas por el Presidente creería que al estar en la cabeza del gobierno si le quita o le pone mucho y puede anular o impulsar el posicionamiento de la marca país que se tenga.
El aporte de Jose Mario sobre la figura presidencial al definirla como un apoyo a la estrategia de marca país es bastante interesante y acertada. Al verlo como un apoyo, el presidente se convierte en una figura estratégica que apalanca las ideas y proyectos para proyectar una imagen internacional, comunica de forma prudente, defiende y esta siempre a favor del país ante cualquier situación que se presente. Con esto me parece interesante alinear la marca país con el plan de gobierno del presidente, de esta manera se puede encontrar puntos en común en donde no solamente la imagen del país sino la del mismo presidente resulten beneficiadas, no existan contradicciones y se logre una sinergia que permita avanzar hacia el progreso deseado.
Todo está en la coherencia: Si los acuerdos, negocios, discursos, relaciones y acciones del presidente de un país no están alineados con los que la marca del país mismo promueve, quiere decir que lo que se vende del producto (que en este caso es el país) no concuerda con lo que el vendedor (que puede verse como el presidente) ofrece, de esta forma el cliente ( que pueden ser los residentes del país, turistas o inversionistas) se confunden, desconfían y al final… no compran. Basado en lo anterior y comparando una empresa con un país, opino que la figura presidencial es relevante en el posicionamiento de la marca país, pues al ser el representante de un territorio tiene la responsabilidad de ofrecer de manera apropiada sus productos y servicios, ante un mundo que hoy día «no come cuento», más cuando hablamos de clientes que deseen realizar importantes inversiones en su empresa y tengan potencial para aportar a su crecimiento.
Utilizo como ejemplo de lo anterior y como una figura presidencial que afecta negativamente la imagen del país al presidente de Bolivia Evo Morales quien es conocido como un seguidor fiel del fallecido presidente Venezolano Hugo Chávez, lo cual crea de antemano un prejuicio sobre su labor. Evo Morales cumplirá en diciembre de 2014 8 años como presidente de Bolivia y ha generado diferentes controversias entre lo que el país quiere vender y lo que él comunica, para dar un ejemplo, recientemente el Gobierno Boliviano acaba de incorporar una nueva ley para incentivar las inversiones extranjeras, sin embargo el presidente Evo Morales ha sido enfático en que el Estado siempre tendrá poder sobre las empresas privadas y que si debe haber un proceso de expropiación se deberá regir por las resoluciones de los tribunales bolivianos (El País, http://internacional.elpais.com/internacional/2014/04/08/actualidad/1396984493_091663.html). Con unas condiciones así, pensaría que es bastante arriesgado para un inversionista extranjero no tener garantías claras sobre los capitales que está invirtiendo en un país que ha tenido historiales de expropiación. Opino que antes que mejorar su reputación internacional, el presidente Evo Morales debe definir junto con los agentes del Estado una identidad para Bolivia y empezar a construir su marca, de manera que pueda venderse como el país que se quiere representar, construir la economía esperada y atraer al público deseado.
Estoy de acuerdo con Jhon cuando afima que el presidente es la cara del país frente al mundo. Es importante tener en cuenta que el exito o el fracaso que tenga un proyecto de marca país depende en gran parte de la reputación que el mandatario esté construyendo, cultivando y reflejando ante los otro paises. Desafortunadamente, un proyecto de marca país que tenga muy buenas ideas y que haya trabajado en muchos sectores del a economía o de la sociedad, va a necesitar estar respaldado sin lugar a dudas por un gobierno que tenga politicas de seguridad democrática muy claras para que el resto de las naciones sientan confianza y decidan apoyarlo en su crecimiento. De ahi se desprende la buena imagen del pais, y con esto el crecimiento del turismo hacia este, ya que sus atributos pueden ser realmente mostrados por lo que son y no se distraen dentro de conflictos que lo unico que le hacen es daño.
Retomando el caso Argentino y el apellido Kirchner, resalto la labor del presidente Néstor Kirchner como promotor de la Marca País. Para 2008 en su mandato se consolida la marca Argentina fundamentada no solo en potencializar el turismo sino la cultura, exportaciones e inversión extranjera. Adicional esto, gestiona para que esta estrategia se defina como una política de estado promoviendo su ejecución por más de 50 de años. (Cronista, 2014). A través de la exaltación de los aspectos positivos de la nación, a pesar de la crisis durante la época, el país logró mejorar su posicionamiento ante el mundo llegando a ubicarse para 2010 en el puesto 33 del Country Brand Index, y liderar el ranking en Latinoamérica.
Un Presidente no puede convertirse en el todo detrás de la marca, es importante tener en cuenta que es un actor, un vocero que toma las riendas de la marca por un periodo de tiempo determinado. Una buena estrategia se valida al ver que el posicionamiento del País traciende un mandato y mandatario, logra consolidarse, logra volver un referente de la marca independientemente de quien o quienes lo hayan impulsado, es capaz de crear un mensaje transversal para la marca y sostenerlo en el tiempo.
No sé bajo qué mandato se hizo, ni si es esto lo que está ayudando al crecimiento del Perú, lo que veo, es que sin el Presidente como imagen, es posible llevar nuestro país, sea cual sea, hasta cualquier rincón del mundo.
Comparto con Nathalia dos ideas muy marcadas; el presidente como encargado de que su propio país crea en la idea de la marca, un líder en la apropiación de la misma y el presidente como responsable de tomar decisiones asertivas para la generación de la «MARCA PAÍS». Como ella dice, incentivar la inversión, el turismo, exportaciones e importaciones, e intentar construir bases sólidas y convincentes que logren disparar una sinergia entre periodos de mandatos distintos.
Buen día,
Intentado responder a la pregunta sobre la relevancia del papel del presidente en la construcción de “MARCA PAÍS”. Me parece necesario y casi obvio destacar que el presidente es, bajo la inconformidad de algunos, una de nuestras caras más visibles frente al mundo, pero ante todo, debe ser un espejo de nosotros como partícipes activos y constantes en la generación de “MARCA PAÍS”. Basado en lo anterior, la figura del presidente no sólo debe velar por estrategias direccionadas hacia los mercados internacionales, sino además, debe ser el abanderado de un sentimiento y una divulgación de valores internos, de un amor por lo que somos y por lo que queremos ser; el presidente debe entonces no sólo ser un referente, sino un ícono particular que pueda dar a interpretar una realidad, traducir frente a ojos de propios y extraños, la esencia de quienes conformamos esta “MARCA PAÍS”.
El presidente debe poder generar una asociación con los atributos de la marca, con las características que logran diferenciarnos de los demás países o para dar un término más aterrizado al ejercicio, de las demás marcas. Sin embargo esta responsabilidad debe ser compartida por cada uno de los colombianos; tal vez suene a grito visceral, pero si a eso suena, que sea muy propio de nosotros. Buscando compartir responsabilidades, ahí el presidente, de nuevo, juega un papel muy importante. En Noruega, siendo un caso que conozco por alguien cercano y que me genera una gran admiración, han entendido muy bien que la columna vertebral de los objetivos de un país se construye desde las aulas de clase. Inclusive a un inmigrante le exigen 80 horas como mínimo de clases de historia, cultura y hasta costumbres para entregar permisos de residencia. Es la apropiación de la educación como máxima para construir una marca siempre fiel a sus realidades, es donde se fabrica y alimenta la esencia, donde se nutren las pasiones. Como dice el guion de una excelente película “El tipo puede cambiar de todo, de cara, de casa, de novia, de familia, de religión, de dios, pero hay una cosa que no puede cambiar: de pasión” (El Secreto de Sus Ojos).
Los procesos sociales y asociaciones positivas construidas fieles a la realidad, atraerán todas las miradas de las que nuestra “MARCA PAÍS” quiera ser imán.
Para dar respuesta al segundo punto, entiendo que gracias al mundo globalizado de las comunicaciones, estamos sujetos a ser esclavos de nuestras percepciones frente al mundo exterior y, el mundo que nos rodea, se crea representaciones mentales con información incompleta catalizada por señales sensoriales que, aunque no del todo metódicas, logran generar una imagen ilustrativa de cómo sería estar en uno u otro país, para mi caso, esta es mi percepción de Venezuela.
Siento que Venezuela es en este momento el ejemplo más sencillo o fácil de comentar a partir de sus relaciones internacionales pasadas de tono. Su interés por la distribución justa de la riqueza es eclipsado por el desabastecimiento, la inseguridad y la percepción de la campaña “Venezuela Chévere” como un simple maquillaje.
Las empresas parecen vivir con una latente desconfianza frente a sus propiedades y capital. Grandes compañías salen del país no por el ánimo de colonizar nuevos territorios, si no como consecuencia de una persecución en su propio territorio. Los valores asociados al bienestar de los ciudadanos y visitantes parece vivir un cáncer, nos aferramos a la idea de un potencial estancado por políticas socialistas.
Bajo el desconocimiento de la solución, considero que Venezuela debe concebir la unión de sus fuerzas, de sus entidades y ante todo del pueblo. Tal vez un matrimonio entre las empresas privadas y púbicas pueda pretender encaminar hacia un mismo objetivo, construir con el mismo propósito.
Hay que empezar por la reconstrucción de los procesos sociales, por darle fin a esa división social tan marcada.
Me parece muy interesante y estoy completamente de acuerdo con el comentario de David, creo que un cambio de mandato es un verdadero indicador de la solidez y fuerza que tiene el posicionamiento de una marca. Es el momento perfecto para indagar si el discurso que se utilizó fue «el de turno», «el que más convenía» a unos objetivos cortoplacistas y personales o si en realidad se estaba buscando aportar a la construcción y consolidación de un diferencial para la marca a largo plazo.
Con respecto a la segunda parte del comentario de Juan Pablo, estoy de acuerdo en que el gobierno debe fomentar la productividad interna para que logren ser competitivos y así lograr una mejoría en la economía sin embargo la marca País de Venezuela debe trabajar de la mano con los entes del gobierno de comercio exterior y como mencioné en mi comentario, trabajar bajo las reglas establecidas con el gobierno de Nicolás Maduro para así brindar seguridad y lograr una estabilidad para el país.
Toda gran marca cuenta con un líder detrás, un líder capaz gestionar y posicionar singularidades o aspectos únicos que la conviertan en una “elección” llamativa frente a sus distintos stakeholders. El papel de Richard Brandson (Virgin), Steve Jobs (Apple) o Shigeru Miyamoto (Nintendo) no es muy diferente al papel que debe cumplir un presidente de un país en el proceso por posicionar su marca, son personalidades que representan un todo, que deben ser capaces actuar bajo unos lineamientos claros que aportan al crecimiento de un imaginario común alrededor de su marca, siendo consecuentes y consistentes en sus actos e intervenciones pues son estás las que dibujan la marca ante un público externo muy alejado de una realidad.
La pregunta que deberíamos hacernos es ¿Qué estrategia se debe utilizar para no afectar el posicionamiento de la marca país al momento de cerrar un ciclo presidencial? O ¿Cómo no ser inconsistentes en el manejo de la marca entre un mandato y otro?
En mi opinión Cuba es un caso particular en Latinoamérica, el régimen Castrista es un tema de gran debate no sólo en América sino en el mundo. En términos de posicionamiento causa un fenómeno interesante, la percepción de la marca es negativa debido al régimen aunque es el mismo régimen el principal atractivo de turismo que tiene la isla, no “estamos” de acuerdo con su mandatario, “tenemos” las peores opiniones acerca de su sistema, pero, de todos modos, “queremos” ir a ver qué es eso, qué pasa allá, cómo se vive, cuál es la opinión de los locales etc. Creo que así el gobierno de Raúl Castro haya empezado con la apertura económica, esto no está ayudando a un cambio en la reputación, me parece que para empezar a cambiar, la apertura debería favorecer al pueblo general y no sólo ser un tema “oficial”, una apertura que sólo gozan los altos mandos del gobierno o de la que sólo se benefician ellos.
Estoy de acuerdo con la opinión de Ana Maria, considero que los resultados obtenidos por el Presidente de un país influyen positivamente en la imagen de la “Marca País”, estos se pueden considerar como los indicadores de la ejecución y permiten medir que tan efectiva está siendo la campaña.
Coincido con el hecho que se deben construir acuerdos que busquen beneficios mutuos con la oposición sin embargo, considero que no es un tema sencillo, hace aproximadamente un mes (Abril 10 de 2014) se hizo una mesa de dialogo en miras a encontrar una solución a las manifestaciones, sin embargo; la oposición se mostró muy escéptica a los resultados que se puedan dar en este tipo de metodologías.
Existen otros mecanismos que podrían funcionar de una mejor manera para casos como el de Venezuela, una opción podría ser realizar “Misiones de Observación” lideradas por entidades como la ONU, el BID entre otros o diálogos en espacios neutrales facilitados por este tipo de entes no gubernamentales.
Respondiendo a la primera pregunta, pienso que la figura presidencial juega un papel definitivo en la creación y fortalecimiento de una marca país ya que este representa no solo la persona que gobierna ese territorio, sino también una ideología política y económica y el rol que este país quiere jugar en una determinada región del mundo; es el que ofrece a través de sus planes de gobierno la seguridad y confianza para fomentar en inversionistas y personas actividades como el turismo y la inversión. Por otro lado la marca país en muchos casos también aprovecha la imagen positiva que pueda tener este gobernante y la refuerza, haciéndola parte de sus estrategias de mercadeo para resaltar sus fortalezas creando un incentivo adicional en las personas, mercados y empresas que puedan estar interesadas en invertir y apoyar las políticas económicas de su gobierno y de su país a un mediano y largo plazo; por tanto es pertinente afirmar que la figura presidencial juega un papel importante para la marca país.
Sin embargo, y como suele suceder en cada cambio de gobierno, debería ser importante que cada nuevo gobierno incluya dentro de sus estrategias, dar continuidad a las campañas y políticas exteriores que cada marca ha trabajado durante periodos largos de tiempo, ya que aunque los gobiernos cambian, sus recursos y atractivos seguirán, en la mayoría de los casos, siendo los mismos o incluso mejores.
A propósito de la segunda pregunta, podemos afirmar que Venezuela representa un caso de imagen negativa dónde los últimos dos mandatos se han encargado de frenar el desarrollo de todos los aspectos de su sociedad, creando una inestabilidad social, económica y política, generando un escenario negativo para el mundo que ha dado como resultado, una fuerte disminución de las inversiones de capital extranjero en el agro y la industria y un gran descenso en el número de turistas que escogen a este país como destino de sus vacaciones. En este caso especifico, la marca país de Venezuela debe convertir cada uno de estos problemas en oportunidades, ya que a pesar de la situación actual vivida, es un país atractivo para el turismo por sus múltiples lugares y reservas ecológicas, playas, islas, y sitios de interés general y además es un país características favorables para la inversión en tanto que está todo por hacerse siempre y cuando los inversores sepan jugar de acuerdo con las nuevas reglas de juego impuestas por el gobierno, convirtiéndose así la marca Venezuela no solo en un motor de buena imagen sino también en un posible intermediario entre su gobierno y las audiencias de inversores y turistas que puedan estar interesados en apostar en ese país y en nuestra región.
La “Marca País” es la representación de una nación ante el mundo en donde, se pretende reunir varios aspectos como lo son: sus productos, la cultura, el turismo, la educación, la economía, entre otros, en una sola imagen y transmitirlos de manera clara, coherente y llamativa ante los mercados extranjeros.
El presidente por su lado, es el líder de un país, es aquella persona que reúne todo lo que la “Marca País” busca transmitir, en términos más coloquiales, el influenciador de la marca, el encargado de validar el mensaje, ese logo y/o slogan, que en el caso de nuestro país es “La respuesta es Colombia”.
La figura del presidente es clave ya que, por medio de su gobierno y sus acciones debe disminuir, ante otros países, la brecha existente entre la percepción del mismo versus su realidad, actualmente los países están enlazados entre sí, el comercio entre unos y otros se ha convertido en un factor vital para las economías y a su vez la competitividad entre productos y servicios es cada vez más fuerte, es por esto que ahora es necesario diferenciarse, destacar esas ventajas internas y mostrarlas al mundo.
Como respuesta a esta constante necesidad de generar valor agregado y propio, surge el concepto de “Marca País”, en donde la figura del Presidente es clave en la consecución de los objetivos que se pretenden lograr con este proceso de “Branding”, el presidente es el vocero ante gobiernos y culturas extranjeras, es el que, junto con su gabinete de ministros y asesores, se encargan de materializar las estrategias para hacer de Colombia un país atractivo ante otros mercados.
Por esto que considero que el Presidente de un país es vital para el posicionamiento del mismo ante el mundo, debe respirar y proyectar la marca para así lograr que todos los Colombianos propaguemos este mensaje y generemos un verdadera “Marca País”.
Basada en esto, existen varios ejemplos en donde la coherencia entre la imagen proyectada por el Presidente versus su “Marca País” es baja. En Latinoamérica tenemos tristemente, varios ejemplos sin embargo, en este caso me centrare en Nicolas Maduro, Presidente de Venezuela.
Para este país, el slogan creado fue “Venezuela Chévere” cuyo propósito, es o fue, incentivar el turismo, promocionar lugares como Isla Margarita, Manaos entre otros, buscando relacionar la palabra chévere con Venezuela ante el mundo.
Buscando información sobre esta marca encontré que no existe una página web que explique que es o que resalte las ventajas de este país, lo anterior permite concluir que para Maduro no es relevante este tema o lo que otras naciones piensen de su gobierno. Hace poco vimos los millones de videos que invadieron el internet y las redes sociales en donde se veía la inconformidad del “pueblo Venezolano”, al presenciar estos actos que atentan contra los hombres, mujeres y niños de este país nos preguntamos ¿Queremos ir a Venezuela? ¿Queremos conocer Manaos u otros destinos que ofrece este país?, la respuesta es NO.
Tomando lo anterior como base, lamentablemente no es sencillo hallar una solución a corto o largo plazo que permita cambiar la reputación internacional del país, es necesario que los lideres generen estrategias agresivas que permitan entender la situación actual y lo que está pasando con su cultura y su gente, reevaluar su funcionamiento como “Dictadura” y luchar no solo para que los mercados extranjeros consideren a Venezuela como un destino atractivo para la inversión, sino para que así mismo, sus habitantes se sientan orgullosos de su país ante el mundo.
Estoy de acuerdo con Diana en relación a la opinión planteada para la pregunta dos, Argentina es una caso en donde las recientes actuaciones de la presidenta han causado que se genere una percepción entre los extranjeros de que el nivel de calidad de vida en el país ha disminuido.
Los temas planteados en el comentario de Diana sobre los impuestos al turismo y el de expropiación de empresas ha tenido mucho ruido mediático a nivel internacional, lo que ha causado que los extranjeros cambiemos un poco la apreciación que se tenía anteriormente del país, y en un futuro esto, puede llegar a afectar el turismo en Argentina.
Adicionalmente, estas medidas impuestas también tienen unas consecuencias negativas en el entorno económico del país y en la inversión extranjera, que son dos elementos esenciales para fortalecer la marca país.
A pesar de esto, creo que la marca país de Argentina todavía no se ha visto afectada negativamente, pues durante los últimos años, gracias al esfuerzo realizado en periodos presidenciales pasados, Argentina ha logrado establecer una marca país fuerte, como se evidencia en la medición de Future Brand en donde en 2013 ocupaba el puesto # 2 en el ranking de América Latina del Country Brand Index (Future Brand, 2013) lo que indica que esta percepción generada en el ultimo periodo todavía no ha afectado la marca país.
De acuerdo con el comentario de Juan Pablo, valoro su intervención; puesto que es totalmente cierto que el deterioro de la marca país, apalancada con la mala imagen del presidente de Venezuela Nicolás Maduro, ha conducido a que Colombia direccione sus exportaciones a otros mercados con mayor seguridad y posicionamiento, como es el caso de la India quien está cobrando un lugar importante desplazando a países como Venezuela (Revista Dinero, Marzo 2014).
Adicional a este punto la marca país también va más allá de un posicionamiento económico, es un tema de reconocimiento en donde se valoren los productos y servicios que ofrezca el país, de tal manera que la calidad sea un elemento diferenciador en cualquier parte del mundo y que se definan los pilares apoyados en estrategias que muestren lo que el país quiere que visualicen de el; por consiguiente el mandatario que se encuentre ejerciendo su gobierno debe tener claridad en cuales han sido las estrategias anteriores de marca país, las actuales y establecer sí son las que reflejan la mejor imagen del país y en caso contrario definir estrategias que la fortalezcan.
Estoy de acuerdo con Maria Jose, el presidente es como un CEO en una compañía, es la cabeza directiva sobre la cual cae la responsabilidad de la compañía, el cual debe entregar resultados sobre la gestión realizada según la actividad económica y que aplica igualmente para un presidente de un país. El presidente debe ser cercano a las personas pero igual demostrar su mayor conocimiento y generar seguridad en las personas porque el trabajo de el debe ir de la mano de la satisfacción de todos los ciudadanos del país. El presidente seria como un gran administrador de recursos, más que un político con grandes ideas porque lo importante es realizar alianzas, que se concreten las estrategias, se cumplan objetivos y se establezcan las mejores técnicas para rentabilizar el negocio que en este caso seria el país.
En relación a la pregunta uno, considero que la figura presidencial es relevante para el posicionamiento de la marca país por las siguientes razones; en primer lugar, para lograr crear una marca país de una manera exitosa, es muy importante unir esfuerzos entre el gobierno y el sector privado (Echeverri, 2012). En este punto, el presidente, debe apoyar completamente el proyecto de marca país para que se hagan las inversiones necesarias y junto con el sector privado se pueda llevar a cabo el plan de marca país involucrando a los sectores relevantes para el proyecto.
Además, él como embajador principal de la marca debe incluir en su comunicación dentro y fuera del país los principales atributos que se estén resaltando en el proyecto marca país. Por ejemplo, si en el proyecto de marca país se esta hablando de turismo, riquezas ambientales y oportunidad de inversión, el presidente debe estar alineado en esta comunicación para que a través de él, los medios internacionales y nacionales reciban el mismo mensaje y se empiece a generar un reconocimiento a estos atributos, lo que tiene como consecuencia un fortalecimiento de la marca país.
En segundo lugar, el presidente, como representante del país debe establecer buenas relaciones con otros países ya que esto ayuda a generar una imagen positiva internacionalmente, al igual que a atraer inversionistas y a realizar acuerdos internacionales que favorezcan el crecimiento del país. Para este argumento hay dos ejemplos claros, uno es Colombia, en donde el presidente Juan Manuel Santos se ha esforzado por generar relaciones positivas con otros países en pro de incentivar la inversión extranjera y crear negocios que representen crecimiento para el país. Este esfuerzo realizado en mejorar la imagen de Colombia, se evidencia en el ranking del Country Brand Index (Future Brand, 2013) pues Colombia pasó de estar en el puesto 14 en 2010 en América Latina al puesto 9 en 2013. Por el contrario, el presidente de Venezuela Nicolás Maduro, tiene unas relaciones internacionales muy complicadas que han afectado mucho su marca país.
Con respecto a la pregunta dos, observando el caso de Venezuela, como lo dije anteriormente, creo que el presidente Nicolás Maduro a través de su comunicación y sus tensas relaciones internacionales ha afectado negativamente la imagen del país. Él ha continuado con el mismo camino del presidente anterior Hugo Chávez, con el que se ha demostrado una gran inestabilidad política y unas relaciones internacionales muy negativas. Adicional a esto, en el país se ha incrementado la agitación y sublevación en contra del gobierno, lo que genera en el ámbito internacional una percepción de que el nivel de calidad de vida de los venezolanos está desmejorando cada vez más. Lo anteriormente mencionado, tiene una consecuencia grave para la marca país, y es que esta situación hace que éste ya no sea muy atractivo turísticamente, lo cual es fundamental para el posicionamiento de la marca país.
Para mí la figura presidencial tiene toda la relevancia para el posicionamiento de la marca país ya que el presidente es la cara del país, es la figura de democracia, es el resultado de la decisión de la mayoría de un país frente a un programa de gobierno. Si se quiere posicionar la marca como para cualquier otro producto se debe revisar la percepción de las personas, es decir cómo nos ven los demás y si la figura principal del país no es percibida de forma positiva de ahí en adelante el trabajo para mejorar la marca país se hace más compleja; las personas generan conceptos sobre los países a partir de fotos, experiencias o referencias o simplemente por lo que sale en los medios.
Un mandatario que no es aprobado por su pueblo representa un inconformismo en el desarrollo de gobierno, y este inconformismo en los ciudadanos normalmente desencadena marchas, paros, protestas que finalmente van a afectar la economía tanto por sus exportaciones, la sostenibilidad, y una distribución de la riqueza de forma desigual. Como dice en la lectura se debe consecuente con la imagen que el país proyecta y esto está unido directamente con la dirección del mandatario.
Para un mandatario debe ser prioridad la marca país ya que puede desarrollar su economía apoyándose en un sector como el turismo y las relaciones internacionales y asi mejorar temas como exportaciones y situaciones como la del ingreso a otros países como en lo que trabaja actualmente Colombia que es el ingreso a otros países sin visa, pero para todo esto la marca país se debe fortalecer. Además que acercar más a las personas a su país va a generar un valor patriótico que va a desencadenar en una cultura ciudadana ya que las personas van apropiarse con amor a su país y todo esto viene de la mano con el presidente que es la cabeza de la nación.
Sin embargo la construcción de la marca país no puede quedarse en un solo nombre de un presidente sino debe ser a largo plazo y que cada presidente la refuerce en cada periodo presidencial. No pueden ser estrategias que se acaben con el periodo presidencial.
Creo que indudablemente la figura que mas afecta la imagen de su país es Nicolas Maduro, Venezuela se ha visto profundamente afectada en su economía, día a día llegan imágenes estanterías vacías en los almacenes de cadena, empresas que no pueden producir sus productos porque no cuentan con materia prima y una de las inflaciones más altas en el mundo.
Las marcas no tienen garantías, hay poca oferta y mucha demanda no pueden comprar dólares para la importación de productos y los dólares tienen un valor establecido por el gobierno lo que genera un mercado negro de divisas y una inestabilidad económica. Venezolanos que viven en el exterior ya no ven a Venezuela como un país seguro y acá es donde se ve que debe haber una consecuencia entre lo que dice su mandatario y la imagen que el país proyecta, Maduro afirma que las cifras de inseguridad han mejorado y los hechos demuestran la violencia en el país, lo que lo hace le hace perder credibilidad de forma acelerada.
Para mejorar su reputación internacional aplicaría un dicho muy popular: la calidad empieza por casa! Debe uno aceptar que Venezuela está en crisis, que debe tomar medidas económicas que ayudar a mejorar el crecimiento económico, mejorar las relaciones internacionales, debe apoyarse de la inversión internacional, resolver los problemas sociales un país dividido y en constantes protestas no le favorece necesita negociar con todos los actores del conflicto y asi llegar a una solución final.
Con respecto a lo comentado por Claudia, creo que muchas veces son las estrategias las que deben ir acopladas al pan de gobierno, debe existir una sinergia entre ambas y que ninguna camine en direcciones diferentes. El tema con Venezuela es complicado y voy un poco en contravía de lo que propone Claudia, teniendo en cuenta que es muy complicado imponer una estrategia para diferentes figuras presidenciales, teniendo en cuanta que cada estrategia debe ir ligada a la personalidad, virtud y característica del mandatario de turno.
Por otro lado, comparto la idea de comenzar a fortalecer e incrementar esa lealtad y patriotismo que muchos venezolanos han perdido por su país y en gran parte por culpa del gobierno, fortaleciendo todas las virtudes de Venezuela y construyendo y partiendo desde una estrategia que contraste y resalte lo bueno que estos momentos pueda tener su país, una campaña que sensibilice y construya la imagen desde el venezolano como tal.
Con respecto a la primera pregunta, considero que la figura presidencial es relevante en el posicionamiento de una marca país, dadas las condiciones que desempeña como cara visible de una nación, es la persona que construye y fortalece las relaciones internas y externas del país, independientemente del rol que cumpla, es de gran importancia en cualquier sentido construir buenas relaciones con otros países, ejercicio que fortalece diferentes sectores como el económico, turístico, y de infraestructura.
La figura presidencial es el complemento, respaldo y apoyo que necesita una buena estrategia de marca país para salir triunfante y lograr los objetivos planteados, sin olvidar que esta figura puede ser transitoria, motivo que obliga a desligar un poco y a fortalecer desde otros frentes la estrategia, atándola a hechos culturales, económicos y sociales que podrían construir afinidad con el país. La imagen proyectada por un presidente también es de gran importancia, generando la seguridad y transmitiendo los mensajes clave que, como país, queremos comunicar.
Respecto a la segunda pregunta, el caso de la presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner, es un buen ejemplo para argumentar como una figura presidencial puede ir afectando el trabajo realizado por una buena estrategia de marca país. Destacamos los aspectos que han golpeado al país por causas del gobierno, recalcando la inflación y devaluación de su moneda, la cual presentó en los últimos años, una economía estancada, una inflación disparada y un capital saliendo del país cada día. La imagen proyectada por su presidenta tampoco es bien recibida en el exterior, percibida más como una “Diva que como una presidenta” (Noticias Montreal.com, 2014), opacando aspectos importantes, que destacan a Argentina por su comida, naturaleza, infraestructura y vida nocturna.
Para mitigar todos los aspectos negativos que ocurren actualmente en la economía Argentina y que generan una mala reputación en el exterior, es necesario alinear los objetivos de marca país, para ser comunicados de manera efectiva por su presidenta, implementar reglas claras y excluyentes para los turismo y que este no se vea afectado por la situación que vive actualmente el país. Es necesario fortalecer aspectos icónicos que incentiven el turismo y la inversión extranjera, restableciendo puntos importantes de la estrategia de marca país, que ubicaron en algún momento a Argentina entre los mejores destinos del mundo.
Me gusta la asociación de la marca país con una “aventura”, según el aporte de Juliana Cetina.
Cuando creamos una marca, debemos gozarnos cada uno de los momentos de la creación de ésta. Siempre habrá dificultades a la hora del desarrollo de la estrategia pero todo es un aprendizaje que ayudará el fortalecimiento de nosotros mismos y de nuestra marca. La creación de una marca es un proceso largo y tedioso que nos tomará tiempo ver resultados. Cuando hablamos del producto que estamos creando, tenemos que saber identificar las necesidades a la cual va dirigida y no creer que si a mí me gusta, a las personas les gustara también. Una cosa es creer en mi propia marca y otra muy diferente es mostrársela a mi población objetivo.
Estoy de acuerdo con Laura en que la figura presidencial es fundamental en la construcción de marca país, pero difiero en la idea en que el presidente es la personificación de la marca. En mi opinión los resultados de las decisiones del presidente en la búsqueda del crecimiento integral del país, y la buena comunicación de estos resultados, los que logran desarrollar y posicionar la marca país, sin caer en el error de sentir o percibir al presidente como la marca en sí. Como lo comenta el articulo “Estrategias y experiencias en la construcción de marca país en América del Sur”, algunos países como Colombia caen en el error de percibir al presidente como la marca país, sin entender y profundizar en las implicaciones reales del desarrollo de esta marca.
Estoy de acuerdo con esta apreciación, considero que es muy importante que el presidente Nicolas Maduro pueda definir su norte, pero debe iniciar creando un estilo de gobierno propio, creo que durante este primer año de mandato ha tratado de gobernar de una manera similar al expresidente Hugo Chávez, convirtiéndose en una copia de este, pero como todos saben las copias nunca son buenas y terminan teniendo falencias en algún punto. Debe lograr una unidad nacional integrando la empresa privada, la oposición y definitivamente al pueblo Venezolano, logrando así que el país se fortalezca y pueda proyectar una imagen de nación prospera y atractiva.
Estoy de acuerdo en que la figura presidencial es fundamental en la creacion de la marca país, pero no comparto la idea que el presidente sea la imagen personificada de este. Pienso que este es el error en el que caen algunos países como es el caso de Colombia, en donde como lo comenta el articulo » Estrategias y experiencias en la construcción de marca País en Ámerica del Sur», se tiende a que el presidente se convierta en la imagen misma. Considero que los resultados de sus ideas y estrategias, enfocados en el crecimiento integral del país, y la buena comunicación de sus resultados son la Vía para la construcción de la marca país, reconociendo los resultados positivos o negativos de sus desiciones, pero sin verlo o convertirlo en la marca del país.
En un mundo cada día más Globalizado, empieza poco a poco a tomar más fuerza y relevancia dentro de cada país buscar ser reconocido y tener un diferencial positivo que enmarque sus ventajas vs los demás países. Es por esto que el buen desarrollo de una marca país se vuelve necesario, buscando un posicionamiento favorable dentro de la mente no sólo de sus ciudadanos sino del mundo en general.
Respondiendo a la primera pregunta, considero que la figura presidencial es relevante en el posicionamiento de una marca país debido a que el objetivo general de esta figura es continuar desarrollando las áreas que están generando resultados positivos dentro y fuera del país, y al mismo tiempo diseñar soluciones para mejorar las falencias que existen. Es por esto que las decisiones que tome el presidente de un país sean positivas o negativas van a repercutir directamente en el posicionamiento de marca de este. Entendiéndose marca país no sólo como la visual que se tiene del país por fuera sino también la que tienen sus ciudadanos.
Lo importante de este tema es que los presidentes trabajen de una forma integral por mejorar las condiciones internas del país y aquellas externas que lo afectan directamente, comunicándolo de una manera efectiva para lograr consolidar su marca al interior y exterior del mismo, sin caer en el error de querer convertirse él en la marca ya que debe trabajarse por un proceso de continuidad para el posicionamiento de la misma, evitando que cada nuevo gobierno la estrategia y diferenciación de la marca cambien.
De la misma manera debe tenerse presente como presidentes que mantienen apariciones activas en los medios de comunicaciones afectan favorable o desfavorablemente la imagen del país, pensamientos extremistas de las figuras presidenciales afectan el desarrollo y estrategia de la marca ya que excluyen de manera directa a contradictores, entonces caen en el error de lograr capturar fieles seguidores y fuertes detractores, corriendo el riesgo de acabar con la marca.
Un presidente debe preocuparse por lograr el crecimiento de su país de una manera integral y comunicarlos de una forma clara y directa, la buena ejecución de este conjunto de acciones traerá como resultado respuestas positivas en cuanto al posicionamiento de la marca; del mismo modo, un presidente que estanque la prosperidad del país, tenga ideas extremistas, y comunique sus ideas sin tener en cuenta las de los ciudadanos encontrará como resultado el deterioro de la marca que está intentando vender, su país.
En respuesta a la segunda pregunta, el reflejo de Venezuela muestra claramente como ideas extremistas, comunicaciones indebidas, toma de decisiones sin tener en cuenta a toda la ciudadanía, han acabado poco a poco con el posicionamiento de la imagen que se tenía del país, complicando cada vez más el desarrollo de una marca país con resultados positivos. El artículo que genera el desarrollo de este blog “Estrategias y experiencias en la construcción de marca país en América del Sur”, nos muestra como dentro del ranking Country Brand Index CBI 2010 Venezuela cae 14 puestos.
Esta situación se ha venido desarrollando desde la presidencia de Hugo Chávez y continua con la del presidente Nicolas Maduro, en donde gracias a sus decisiones extremistas, sus cambios arbitrarios dentro del gobierno, y la falta de escucha a todos los sectores hace que la marca se reconozca pero de una manera negativa, mostrando así como la influencia de un presidente y sus decisiones pueden acabar con la marca del país, haciendo que se disminuya la confianza de los ciudadanos, creando desconfianza a la hora de inversión extranjera, mostrando como resultado imagen de terror y miedo dentro y fuera de sus territorios. Es así como se percibe con claridad la necesidad de trabajo en conjunto por la construcción de la marca, en donde se escuchen las ideas y opiniones de todos los sectores y se busquen acuerdos que generen imagen de tranquilidad y prosperidad dentro del país.
Jefferson, expone un punto muy interesante el cual pienso complementa en gran medida mi aporte dado, ya que aparte de lograr establecer una estrategia clara y a largo plazo para el desarrollo de Marca País, Venezuela debe lograr vincular y hacer partícipe a todo el sector empresarial y a los ciudadanos los cuales puedan llegar a mostrar a otros países su potencial logrando generar una ventaja competitiva sobre los demás, estableciendo en sus marcas un fuerte diferenciador y conquistando la atención de los extranjeros que al final darán como resultado una mayor inversión y confianza en el país llegando a tener una buena reputación a nivel global.
Respondiendo al primer cuestionamiento, la figura presidencial es completamente relevante al momento de evaluar el posicionamiento de una marca país, debido a que determina gran parte del modelo político del mismo, el cual al ser uno de los elementos que componen la estrategia repercute directamente en las percepciones y asociaciones que tienen los extranjeros sobre el país y por ende, estas se relacionan con la reputación del país, la cual es el fin último de la estrategia desarrollada por cierta marca país.
Es claro que al buscar un mejor posicionamiento de una marca país, la figura presidencial tiene una gran visibilidad y sus comportamientos, mandatos, decisiones e ideas son evaluadas constantemente por todos los observadores internacionales, quienes con sus comentarios y/o percepciones (las cuales son viralizadas rápidamente) van logrando mejorar o perjudicar la imagen del país en cuestión. Dicha opinión sobre la figura presidencial y sus actuaciones puede variar de un momento a otro y no solo afecta el rumbo del sistema político, sino que esto trasciende en la economía, el turismo, la inversión extranjera entre otros. Un claro ejemplo de como una figura presidencial, puede llegar a perjudicar o mejorar la reputación de un país y por ende la Marca país es Barack Obama donde aunque el país hoy en día se encuentra bien calificado en términos de su marca “USA – Discover America”, varias de sus decisiones, tales como la revisión de leyes de inmigración de Estados Unidos, donde logro deportar casi 2 MM de hispanos han dado la vuelta al mundo y pueden haber detenido su camino hacia el primer lugar a pesar de encontrarse en el Top 10 de Marca País . Es así donde al detallar los presidentes de cada uno de los países es notorio que su mandato influye en la imagen global del país ya sea positiva o negativamente y donde se hace necesario aclarar que para que una marca país logre ser exitosa y cumplir con su objetivo, se hace necesario separar el tipo de mandato o figura política de la estrategia propuesta, la cual debe ser trabajada a largo plazo, comunicando hechos reales y logrando que aunque el periodo de mandato presidencial termine este logre continuar forjando la estrategia establecida del país.
En cuanto a la segunda pregunta, se puede ver que en Latinoamérica, tal como lo expone Lina Echeverri al inicio del foro existen diferentes perfiles de presidentes en América Latina, los cuales actualmente no son difíciles de encasillar, un claro ejemplo en el cual la figura presidencial afecta negativamente la imagen del país y por ende sus marcas comerciales es Nicolas Maduro actual presidente de Venezuela, el cual corresponde al perfil del caudillo social y este como muy bien lo describe su perfil se ha encargado de convencer a la población que el bienestar colectivo prima sobre el individual, claro está continuando con la misma ideología de su antecesor Hugo Chávez, el cual logro convencer en su momento a un gran porcentaje de los ciudadanos que lo mejor para el país era lograr una distribución equitativa de la riqueza sin importar cualquier mandato o regla que se debiera seguir y evitar a cualquier precio que siguiera aumentando el capitalismo.
Es claro que como se comenta en el artículo leído “estrategias y experiencias en la construcción de marca país en américa del sur”, la consideración más importante en la marca país es mantener la integridad de la marca, es decir, el objetivo es comunicar hechos reales y consecuentes de la imagen que proyecta un país (Echeverri & Estay-Niculcar)
De acuerdo a lo anterior y analizando la campaña de Marca País “Venezuela Chévere”, la cual fue iniciada hace poco, no está siendo percibida como algo real, dadas las condiciones y últimos acontecimientos presentados, sino como un montaje en el cual lo que “vende” y trata de dar al mundo no va en línea con los hechos que ocurren, como por ejemplo el caso de la ex Miss Venezuela y actriz Mónica Spear, quien fue cruelmente asesinada en un tiroteo o los últimos disturbios ocasionados a causa de las manifestaciones de libre expresión u opinión política, casos en los cuales la prensa internacional ha mostrado el nivel de inseguridad que se vive en el país y los actos de represión dados a los ciudadanos.
En Conclusión, si se quiere construir un verdadera marca país para Venezuela y de largo plazo, se requiere un desarrollo desde lo más básico, logrando potencializar todos aquellos elementos diferenciadores que logren generar una propuesta de valor real donde logre que el país se destaque a nivel internacional, pero con hechos y experiencias reales ya bien sea con lugares para visitar, por su gastronomía, algún sector específico, experiencias culturales, entre otros y no mostrando un turismo (playas paradisiacas, aventura) cuando no existe un sistema de seguridad ciudadana, ni condiciones para el turismo, es completamente necesario que Venezuela logra darse a conocer ante el mundo realzando todos aquellos aspectos por los cuales el mundo debería acercarse a ellos y no ser recordados por una palabra “Chávez” o “represión” .
Estoy de acuerdo con Nathalia, cuando habla de cómo un presidente debe lograr que la población crea en su mismo país, ya que de lo contrario se estaría tratando de vender una marca país que no sería consecuente con la realidad y podría perderse la integridad de la marca. Esta generación de confianza la genera un presidente que muestre resultados positivos a las necesidades de un país en temas como oportunidades laborales, baja inflación, acceso a la educación, seguridad, infraestructura. En la medida en que la población se sienta bien con su calidad de vida, esto mismo reflejara al exterior. Adicional a esto estoy de acuerdo con Nathalia cuando menciona que la marca país debe tener bases sólidas, para que perdure a través de los años. Aun cuando existen diferencias entre partidos políticos, considero que un mandatario siempre debería contemplar en su plan de gobierno los tres principales objetivos de la marca país: turismo, inversión extranjera y aumento de exportaciones. Siempre que un mandatario tenga muy claro estos objetivos, se podrá mantener la continuidad de la marca país.
Estoy de acuerdo con Cristina en el punto en que afirma que es una necesidad clara que el presidente de un país cuente con la credibilidad, confianza y respeto de su pueblo para poder ejecutar con eficiencia y excelencia la estrategia de marca país. Sin el voto de confianza del pueblo, será imposible conseguir la reputación internacional que todos los países añoran, pues ellos son el mejor puente de comunicación para promocionar el país y enorgullecerse de él. Mientras la estrategia del gobierno de marca país no convenza y enamore a sus ciudadanos, esta deberá ser una alerta para el gobierno, y deberá revisar y si es necesario replantear los conceptos que no estén alineados con el bien común del país, ya que la marca país, como su nombre lo dice es una estrategia de todo un país y no de un pull de gobernantes con intereses propios.
La relevancia de la figura de Presidente de una nación en el posicionamiento de la Marca País se hace más fuerte en la medida que la estrategia de la Marca sea coherente con el mensaje que se comunica a través del gobierno y sus líderes, siendo éstos los de mayor exposición internacional. Dado que las Marcas País buscan un crecimiento económico apalancándose en otras naciones, al impulsar las exportaciones, inversión extranjera y turismo, los canales de comunicación han sido por lo general agencias y embajadas, al estar en contacto con el mercado externo. Sin embargo es una realidad que la participación en los medios es significativamente mayor por parte de los presidentes. Adicionalmente, el Presidente de una nación pueden influir sobre otros ámbitos además del político pues puede ser partícipe de eventos culturales y empresariales internacionales, entro otros espacios de interacción.
Ahora bien, un gobierno que esté alineado con la estrategia de Marca puede ser un potencializador de la imagen que ésta desea proyectar. En la manera sugerida para la construcción de una Marca País, una etapa importante es la de entender cuáles son esos aspectos positivos que tanto las personas de la nación como fuera de ella perciben. El presidente puede ser un vocero de este mensaje positivo y contundente, ajeno a sus políticas de trabajo, pues se ha construido y acordado entre diferentes elementos de la sociedad. Este mensaje debe buscar fortalecer y construir la imagen del país ante el mundo para que perdure en el tiempo. Un presidente que promulgue un mensaje contrario a lo que la gente percibe puede llegar a generar contradicciones, confusión e incluso perder credibilidad.
Un ejemplo en Latinoamérica donde no se observa una influencia clara del discurso presidencial sobre la Marca País es Venezuela; un país que por su posicionamiento ante el mundo se encuentra los lugares más bajos del Country Brand Index (2010). A pesar de esta situación, en Venezuela la estrategia de la Marca País sigue delegándose al Ministerio de Turismo o de Comunicaciones el cual enfocará la Marca País vigente al fortalecimiento del Turismo, mientras indicadores como la inversión extranjera y exportaciones son reflejo de una estrategia económica que no ha tenido buenos resultados para el país. Entre las políticas del presente gobierno en Venezuela se encuentra la promulgada «guerra económica contra la burguesía parasitaria» declarada por Nicolás Maduro el pasado Noviembre para controlar los precios del mercado. Estas medidas, al disminuir la rentabilidad de ciertos productos, desincentivan las marcas comerciales, las industrias nacionales y extranjeras, y eventualmente afectan el consumidor final pues en lugar de promover el crecimiento de la industria, algunas de éstas se han visto obligadas a cerrar sus operaciones, llevando al desabastecimiento de ciertos productos. Un aporte al posicionamiento internacional podría darse con una promoción racional de las políticas de gobierno evitando ser impositivas y agresivas, en donde se entienda la postura socialista del gobierno y el futuro esperado para la sociedad Venezolana, sin buscar necesariamente la aceptación de otras economías, pero sí el entendimiento de qué rol jugaría Venezuela o como interactuaría en la actual globalización
Los objetivos de la marca país son fundamentalmente, incentivar el turismo, la inversión extranjera y el incremento de las exportaciones. Para poder cumplir con estos objetivos, uno de los actores principales es el Gobierno Nacional.
El presidente es un actor relevante para el posicionamiento de una marca país, desde sus planes de gobierno, debe existir coherencia con los resultados que se esperan tener de la marca país; las estrategias para incentivar la inversión extranjera (como la eliminación de barreras), la mejora en la seguridad interna (que afecta la imagen del país y el turismo), la forma en que las embajadas comunican la marca país, la calidad de vida de sus ciudadanos, entre otros. El presidente debe igualmente trabajar en la confianza interna de sus ciudadanos, por que finalmente esto es un importante reflejo de cómo está el país, que lo que se trata de mostrar con la marca país, está relacionado con la realidad que este viviendo.
Otro pilar importante es la imagen que refleje en el exterior el gobierno, dentro de esas su presidente; la inestabilidad política y económica, dificultades para la inversión extranjera y altos índices de corrupción, son factores que pueden afectar negativamente al país, y eliminar todos los esfuerzos puestos en la marca.
Uno de los presidentes en Latinoamérica que afecta negativamente la imagen de su país, es Nicolás Maduro en Venezuela. Aun cuando ya Venezuela venia con una imagen de inestabilidad desde Hugo Chávez, la coyuntura actual nos muestra que esta imagen esta cada vez más deteriorada.
Son muchos los factores que afectan la imagen de Venezuela, como la inseguridad, la baja calidad de vida de sus ciudadanos, el desabastecimiento de productos básicos. Los productos importados son cada vez más escasos, la compra de divisas la aprueba directamente el estado, y los empresarios venezolanos, deben gran cantidad de dinero a proveedores internacionales. Las marchas estudiantiles hoy en día, la captura y muerte de estudiantes a manos de policías, son evidencia de una alta corrupción y pobre sistema de valores. Todo esto debilita todos los días las relaciones comerciales de los empresarios venezolanos, con el resto del mundo.
Para mejorar la imagen de Venezuela, se tendría que trabajar en varios sectores. Uno debería ser un manejo más flexible con las divisas, ya que es un factor de gran importancia para los inversionistas extranjeros. Debería igualmente trabajar en mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, en temas como la educación, la salud, el desempleo, entre otros, esto con el fin de mejorar la confianza interna del país. Por otro lado, trabajar en sus relaciones diplomáticas, y llegar a acuerdos comerciales internacionales, que generen confianza a nivel comercial y de turismo, de esta manera reflejar a los demás países y a los medios de información, un buen desempeño, que beneficie la imagen del país.
En mi opinión la figura presidencial es relevante no como figura pública sino más como gobernante, que puede afectar positiva o negativamente a una marca país. Si bien el presidente es la punta de iceberg de todo un país y es, por llamarlo de alguna manera, la cara pública y la representación de todos los habitantes, la figura como presidente no quita ni pone nada en el posicionamiento que llega a tener de una marca país, pero si afectan mucho las decisiones que durante su gobierno se tomen. Poniéndolo en ejemplos José Mujica como figura presidencial no da ni quita absolutamente nada en el posicionamiento que mantiene a Uruguay en el puesto #7 según el Country Brand Index Latinoamérica 2013, pero la marca país si se va a ver afectada, positiva o negativamente, por la legalización de la marihuana. Un ejemplo más concreto es el de François Hollande presidente de Francia, le pillaron una infidelidad, y no se vio afectada en nada la marca país.
Teniendo en cuenta mi posición acerca la figura presidencial, en el contexto latinoamericano Cuba es un gran ejemplo de cómo un gobernante puede afectar negativamente la marca país. Si bien Cuba cuenta con un gran atractivo turístico, las decisiones del gobierno en cabeza de Fidel Castro son las que han afectado negativamente el posicionamiento de la marca país, sin embargo en los últimos años las decisiones que se vienen tomando desde el gobierno de Raul Castro van encaminadas a mejorar esa imagen y mejorar las relaciones, sin dejar de tener claro que les falta un camino muy largo.
Esto se trata de reputación.
Cuando vamos a las urnas a votar por un presidente estamos escogiendo un producto, un producto con nombre y apellido que nos represente. Se convierte así en la figura presidencial y también en el máximo relacionista publico de nuestro país.
En el mundo globalizado de hoy las marcas comerciales han traspasado fronteras y así mismo lo han hecho los países llevando consigo detrás asociaciones que los representan, bien sea por una estrategia previamente elaborada o por la percepción histórica asociada al país.
Algunas definiciones dictan que el marketing no se trata de una batalla de productos sino de percepciones, esto en el terreno del posicionamiento de una marca país adquiere una mayor dimensión. El rol de un mandatario implica enfrentarse y exponerse a diario frente a la opinión publica y medios nacionales e internacionales, entonces lo que dice, como lo dice, cuando lo dice, donde lo dice, a quien lo dice de inmediato genera un espiral de percepciones positivas o negativas.
El conscientemente debe actuar en función de la estrategia de marca país definida. Un presidente con un perfil de relacionista publico debe contribuir con sus cualidades en esta materia en el posicionamiento de marca país. Y así con cualquier tipo de perfil superando egos y permitiendo que por encima de los cambios en los mandatarios de turno la figura presidencial se incorpore a una estrategia de posicionamiento de marca país definida a largo plazo.
En el rol como relacionista publico radica su relevancia en el posicionamiento de una marca país; entonces la reputación de la figura presidencial es una joya que se debe cuidar.
Además, como gerente de la marca país debe liderar la política de estado al respecto involucrando al sector privado, celebridades y artistas reconocidos internacionalmente y al publico en general. El posicionamiento de una marca país requiere que primero se cree conciencia y convencimiento a nivel interno y el interprete y conductor debe ser el presidente.
Para avanzar en turismo, inversión extranjera y exportaciones se trata es de lograr que la marca país este presente en la mente del ciudadano de a pie en Shanghai, Estambul, Sidney, Montevideo. Y por supuesto que tenga el posicionamiento deseado.
Siguiendo con el punto 2 vamos con la favorita: Venezuela.
El problema social que hoy afronta este país es inimaginable para quienes lo observamos desde la barrera; una sociedad que poco a poco entra y entra en un letargo productivo solo sostenido por el petróleo del cual se alimenta su gobierno es el camino opuesto a la competitividad y globalización . Un presidente populista con serios problemas de reputación en la región y preocupado por estar apagando con cortinas de humo los incendios internos y ayudar a economías que le simpatizan claramente no ejemplifica lo que como marca País requiere Venezuela.
El presidente chabacano Nicolás Maduro tiene hoy en sus manos las mayores reservas internacionales de crudo a nivel mundial, vaya bomba de tiempo!.
Sin embargo los venezolanos tienen trabajo por hacer aún cuando deban hacerlo con Maduro. Por muy bolivariano y socialista que pretenda ser este gobierno no es ciego frente a lo que sucede en el mundo, entonces que figuras jóvenes dentro del mismo chavismo (no aparece a la vista otra opción!), puedan persuadir al alto gobierno para liderar y buscar la asesoría de una firma internacional en posicionamiento de marca país es el primer “noble” paso para reconocer y diagnosticar que tan descompuesta esta la imagen así como establecer una hoja de ruta que deberá enmarcarse en las políticas del chavismo.
Un plan que entendiendo las limitaciones de la figura presidencial y bastante que si las tiene se encargue de explotar el limitado lado bueno.
El posicionamiento de una marca país requiere estrategia, tiempo, organización y dinero dentro de las principales, de las tres primeras podemos seguir debatiendo, la ultima, la plata, la tiene el gobierno de Venezuela.
Comparto con Juliana el énfasis que realiza resaltando la imagen presidencial como icono de una nación y complementándolo como una imagen país, es tan relevante su labor y cumplimiento de sus responsabilidades que a través de él, el mundo tendrá un claro ejemplo de desarrollo intelectual, político y económico de un pueblo en específico. Si el presidente de la república es una persona académicamente preparada, con buenas relaciones en el extranjero, leal, visionario, inteligente y negociador; trabajará de la mano con el sector económico, político, de infraestructura y cultural de un país, brindando a sus ciudadanos una sociedad equitativa en donde se respeten los derechos humanos, exista una seguridad democrática que a su vez, potencialice e incentive en general a los habitantes a trabajar en pro de la creación de una estrategia de marca país exitosa.
Si existen igualdad de condiciones, el pueblo se sentirá motivado y tendrá sentido de pertenencia, esto conlleva a que una marca país con una buena estrategia de comunicación, tendrá inicialmente buen impacto interno entre sus ciudadanos, el cual dará como resultado una imagen positiva externa.
Fortalecer la marca país, será pieza clave en el periodo presidencial de cada mandatario, reorientando sus objetivos en caso de ser necesario o cambiando completamente su estrategia de construcción, si los resultados del Country Brand Index muestran decadencia.
Definitivamente la figura presidencial es relevante en una marca país porque es la cabeza visible de un nación ante el mundo, es el vocero y embajador ante las acciones que el país este teniendo en su momento, él debe proyectar y transmitir los valores que definen su nación.
Internamente como líder de una nación debe lograr reunir las empresas privadas, gobierno y ciudadanos con el fin de trabajar en equipo buscando construir una imagen con personalidad que se diferencie de los otros países y tenga proyección mundial, generando así impulsar tres pilares fundamentales para construir una marca país fuerte, promover las exportaciones, el turismo y la inversión extranjera, logrando así que el país este fortalecido y con una gran imagen en el exterior.
Finalmente debe ser un líder para su país generando confianza en los ciudadanos ya que en ellos está el principal motor de una nación y desde ellos siendo el centro de un país el principal vocero ante el mundo.
En América Latina la figura presidencial que a mi juicio afecta negativamente la imagen de un país es Nicolás Maduro en Venezuela, que desde el mismo momento que fue elegido como presidente de la republica lo hizo bajo una elección controversial y fue en ese mismo instante que perdió credibilidad ante los medios de comunicación, el país y sus vecinos.
Un año después de haber sido elegido como presidente de Venezuela el país se encuentra con grandes problemas Económicos debido al modelo capitalista que ha dejado desabastecimiento en productos básicos de la canasta familiar, En la seguridad generado que los ciudadanos se vuelquen a las calles a protestar porque sienten que el país no tiene un norte claro y que cada día la situación interna se pone más difícil.
Nicolás Maduro debe construir su propio estilo y retomar el liderazgo característico del partido chavista, debe permitir el ingreso de empresas privadas que le inyecten dinero al país y genere empleo, debe tratar de solucionar sus diferencias con los países vecinos, de lo contrario este modelo chavista estará destinado al fracaso y en el corto tiempo veremos una Venezuela totalmente volcada buscando un nuevo Presidente.
Considero que el caso de Argentina es un claro ejemplo de cómo una mala figura presidencial puede perjudicar de manera radical la imagen de un país.
Aunque tu análisis es muy completo, considero que hay un factor adicional que puede considerarse en los principales errores que cometió Cristina Fernández fue el no continuar con la estrategia de marca país que se venía desarrollando. Debió analizar de mejor manera las políticas restrictivas que aplicó en los diferentes y principalmente en el turismo pues convierte el país en un destino más económico para los turistas pero no es rentable para los argentinos y esto genera una insatisfacción interna en su sector empresarial e industrial como bien lo expusiste además del aumento en la inflación del país. Como se vio en las lecturas es muy importante que este trabajo se realice a largo plazo y si la estrategia que estaban llevando a cabo estaba teniendo excelente desempeño a nivel internacional debió revisar de qué manera podía mejorarla sin afectar el trabajo realizado a la fecha..
No hay forma de ver aisladamente la forma de gobernar de un presidente con la construcción e implementación de la marca país. A partir de su plan de gobierno, que se expone desde las campañas presidencialistas, él determina indirectamente cuál será el rumbo de esta marca y en una sociedad democrática en teoría el pueblo decide si adopta sus puntos de vista o no. Yo pienso que si bien la marca debe tener una estrategia de largo plazo, el presidente está en capacidad de moldearla de acuerdo con las necesidades del país y en teoría termina siendo la decisión del pueblo que lo eligió por voto popular.
Con respecto a lo que comentó Jefferson, me parece importante reforzar la relevancia que menciona de involucrar el sector empresarial para incentivar la estabilidad económica del país, es indispensable que el posicionamiento sea lo suficientemente claro para que todos los esfuerzos se encuentren alienados a esta estrategia. También complementaría un poco la idea de Jefferson incluyendo primero una política de seguridad disminuyendo el conflicto interno del país, para que una vez el país ya no se encuentre en conflicto interno, se puedan concentrar los esfuerzos en la industria del país y así generar más confiabilidad internacional, de esta forma se podría incrementar la inversión extranjera, el turismo y las exportaciones.
Por una parte comparto la opinión de Laura con respecto a que se puede desviar la estrategia hacia fines políticos personales si no se tiene presente y claro un lineamiento, y se le da la suficiente autonomía para decidir en la estrategia de una marca país. Por otra parte no estoy de acuerdo con que el presidente deba ser tomado como la «imagen de marca» ya que su representación visual, su despliegue en medios y sus mismas relaciones publicas limiten el exito o fracaso de la marca país, como si lo podría hacer un muy buen plan de gobierno que fortalezca todos los atributos y virtudes de los que se enorgullece un pais.
De acuerdo a las afirmaciones de Laura, apoyo sus ideas en el sentido de que una marca país como la de Venezuela puede tener todos los pilares estratégicos para impulsar temas como el turismo y el comercio. Sin embargo, debe demostrar con hechos que realmente esos pilares se están implementando de manera exitosa. Para el caso puntual del turismo, es cuestionable la afirmación del ministro de turismo puesto que si se estuviera trabajando el tema de manera correcta, no deberían generarse rupturas comerciales con aerolíneas (fundamentales para el turismo) como Air Canada, quien tomó la decisión suspender la operación en ese país ni decisiones como la de Avianca de reducir sus frecuencias de vuelos a ese país. Debido a los problemas con el sistema de control de divisas, las aerolíneas se ven enfrentadas a dificultades para “sacar” el dinero que les corresponde de Venezuela y aunque entre los venezolanos se genere una gran demanda por vuelos para salir del país, entre los viajeros internacionales la demanda disminuye debido a la imagen de inseguridad que se ha visto proyectada en los medios.
En mi opinión la figura presidencial es relevante no como figura pública sino más como gobernante, que puede afectar positiva o negativamente a una marca país. Si bien el presidente es la punta de iceberg de todo un país y es, por llamarlo de alguna manera, la cara pública y la representación de todos los habitantes, la figura como presidente no quita ni pone nada en el posicionamiento que llega a tener de una marca país, pero si afectan mucho las decisiones que durante su gobierno se tomen. Poniéndolo en ejemplos José Mujica como figura presidencial no da ni quita absolutamente nada en el posicionamiento que mantiene a Uruguay en el puesto #7 según el Country Brand Index Latinoamérica 2013, pero la marca país si se va a ver afectada, positiva o negativamente, por la legalización de la marihuana. Un ejemplo más concreto es el de François Hollande presidente de Francia, le pillaron una infidelidad, y no se vio afectada en nada la marca país.
Teniendo en cuenta mi posición acerca la figura presidencial, en el contexto latinoamericano Cuba es un gran ejemplo de cómo un gobernante puede afectar negativamente la marca país. Si bien Cuba cuenta con un gran atractivo turístico, las decisiones del gobierno en cabeza de Fidel Castro son las que han afectado negativamente el posicionamiento de la marca país, sin embargo en los últimos años las decisiones que se vienen tomando desde el gobierno de Raul Castro van encaminadas a mejorar esa imagen y mejorar las relaciones, sin dejar de tener claro que les falta un camino muy largo.
El posicionamiento de una marca país ha tomado relevancia con el pasar de los años, aunque no es algo nuevo, es notorio cómo algunos países enfocan más sus esfuerzos en desarrollar una estrategia para lograr un excelente posicionamiento. La figura presidencial juega un papel muy importante para la marca país, ya que el presidente de un país es el representante de la nación a nivel internacional. Todo lo que haga ya sea positivo o negativo va a afectar el país entero. Esta es una figura pública, que a nivel global tal vez sea la única persona que conocen de dicho país, es muy importante que se tenga una estrategia establecida para el país y que el presidente actúe en pro de lograr establecer el posicionamiento de dicha estrategia. El alto nivel de importancia que tiene un presidente en el posicionamiento de una marca país se debe al conocimiento a nivel internacional que tiene esta figura y que la estrategia del país es pensada y ejecutada por el mismo, es decir, si el presidente considera que el país debe cerrar relaciones comerciales con otros países, entonces así será y el país generará un posicionamiento alineado a la estrategia presidencial.
El caso más claro en Latinoamérica ha sido Venezuela, en donde el presidente Nicolás Maduro ha generado un posicionamiento de marca país negativa, el turismo se ha visto afectado por los conflictos internos que cada vez son más fuertes, las personas no quieren ir a Venezuela por cuestiones de seguridad y por miedo a no encontrar alimentos que en otras partes no tendrían problemas; también se han visto afectadas las inversiones, ya que es debido al posicionamiento de marca país que tiene en este momento Venezuela, es un país poco confiable para invertir, el presidente Maduro ha sido calificado como alguien con bajo nivel académico, por lo cual también muchos países perciben bajo enfoque a algo tan importante para el desarrollo de un país como lo es la educación. Las relaciones comerciales con Venezuela fueron restringidas desde la presidencia de Hugo Chávez, por lo cual la economía también se ha visto afectada. La forma con la cual se podría mejorar su reputación internacional sería plantear una estrategia clara y concisa a la cual todas las figuras presidenciales se deberían regir en adelante. Para iniciar se debe acabar el conflicto interno, es importante empezar desde adentro para poder proyectar una buena imagen, después se establece el posicionamiento al que se quiere llegar junto con el sector público y privado y después se debe ejecutar. Es importante tener en cuenta que el país tiene muchas ventajas que podrían ser aprovechadas si se establece una buena estrategia.
1. La figura presidencial es relevante en el posicionamiento de una marca país por lo siguiente:
– El presidente es aquella figura que juega el papel de embajador de comunicación de la EMP. Su presencia, comunicación y seguridad al comunicar esa “marca país” que se construye, es la que determina la percepción de la marca dentro y fuera del país mismo. Si bien el presidente es la figura pública que escogimos como imagen de marca, es también la marca en si misma personificada. El presidente debe ser coherente con lo que el país expone. De esta coherencia dependerá la fuerza que la marca país transmita, tanto al exterior, como al interior del país. Teniendo en cuenta la tendencia de “real facts” en donde las personas muestran resistencia a lo que no es auténtico o genuino y dónde las marcas deben trascender de lo material y hablar de los valores(Echeverri, 2014).
– Si bien el presidente tiene un papel importante en el posicionamiento, es también quién en el caso de Colombia se ha encargado de desviar esa estrategia hacia fines políticos personales, mediante los cuales refuerzan sus propias campañas políticas. Es importante ver este rol como una figura que hace parte de la estrategia de mercadeo del país, y no como una figura que decide como individuo, cómo manejar esa comunicación a su favor. La Marca País debe tener un papel aparte donde opine y sugiera no tanto como un ministerio pero si como un ente asesor de gobierno y de políticas (Buitrago, 2010).
– Por último, vale la pena resaltar el último gobierno de Colombia con su presidente Juan Manuel Santos, como ejemplo claro de la influencia que puede tener un presidente al contar con excelentes relaciones personales y políticas con el sector privado comercial. El comercio y la inversión se ha visto afectada positivamente por la confianza que transmite y las buenas relaciones que tiene Santos con la industria y el sector privado. Sin embargo sería interesante preguntarse si ese desarrollo se queda en el imaginario de los inversionistas extranjeros como parte de la propuesta de valor de la Marca País Colombia, o del gobierno de Santos y Santos como un líder económico fuerte dentro del sector privado.
2. Si bien a nivel mundial hay varios casos de presidentes que afectan negativamente la imagen de un país, como puede ser el caso de Berlusconi, en este caso, vale la pena ser repetitivo y enfático en resaltar el caso particular de Venezuela, con el dúo de Chávez y Maduro.
Con la Marca País de Venezuela que pretende transmitir a través del slogan “ El destino más chévere”, el ministro de turismo de Venezuela, Andrés Izarra, asegura que el turismo creció un 16% en el año 2013. Además de afirmar el aumento en el turismo, expone que los problemas de seguridad en Venezuela que la prensa global ha anunciado en estos últimos años, son exagerados. Poniendo como evidencia a Colombia y Brasil como destinos más peligros.
Según las afirmaciones del Ministro de Turismo, entonces aparecen las contradicciones con la exposición de sus últimos dos gobernantes. Pues tanto Hugo Chavéz, como Nicolas Maduro han sido los protagonistas de estos gobiernos y no Venezuela. La MP se convirtió en el discurso de campaña de cada uno. Más allá de lo que los medios han dejado ver de Venezuela, los esfuerzos, recursos y medios de comunicación se han dedicado a reforzar al líder de gobierno y no a su país, sus valores y mucho menos sus diferenciadores que hace un tiempo eran obvias y visibles.
Nicolás Maduro con sus múltiples equivocaciones, poca empatía en relaciones internacionales y decisiones aceleradas, ha dado una imagen de desconfianza, inseguridad y desorden a nivel gubernamental, social y económico. Todo lo anterior acompañado de los escandalosos videos de violencia que permean la web y hacen que la gente se haya empeñado en buscar la “verdad” que nadie realmente puede afirmar. Todo esto, por las mismas restricciones que el gobierno de Maduro ha puesto en Venezuela. Hoy en día la MP de Venezuela se estrella contra un muro que el mismo gobierno construyo para tratar de dar control al gobierno que impone Maduro. Estas acciones han provocado que las empresas Venezolanas migren a ciudades vecinas como Colombia y que los inversionistas extranjeros no se vean interesados en invertir o continuar en el país.
Sus marcas comerciales prefieren buscar un mejor futuro en tierras cercanas, trayendo noticias de la situación actual del país vecino y dando una imagen de Venezuela de una situación económica difícil para invertir y para crecer. Por esta razón, la forma de cambiar esa percepción negativa debe empezar no solo por el turismo que explota actualmente su campaña de Marca País, sino por una campaña interna en la que sus habitantes se sientan tranquilos, cómodos y vean un futuro dentro de su propio país. Mientras sus habitantes sigan migrando con malas noticias y comentarios negativos de su propio país, porque así perciben la situación que se esta viviendo, Venezuela va a seguir siendo percibida de forma negativa.
Si el comercio y el turismo sigue activo, como lo afirma Izarra, y la situación no es como los medios están mostrando a Venezuela, es importante que parte de la estrategia de marca país permita ver esa situación real de adentro. ¿Qué empresas siguen teniendo éxito y crecimiento económico en Venezuela y cuál es ese diferenciador que ofrece?
Cómo mencione anteriormente la gente esta buscando la verdad, los valores, las emociones como un driver de compra e inversión.
Toda marca debidamente establecida, busca tener un lugar en el mercado y generar confianza en las personas, logrando que estas sientan que hay un respaldo detrás de ella. Por eso, cuando hablamos de MARCA PAIS, la figura presidencial es relevante en el momento del posicionamiento de ésta, pues su principal misión es comunicar de una forma efectiva, lo que junto con la población se ha querido crear y así mostrar a los otros países. El presidente tiene una misión muy importante como figura principal y es lograr que su población crea en su mismo país, de esta forma la comunicación será mucho más fácil pues será un reflejo de la esencia del país y esto generará confianza en el resto del mundo entero. Otra razón por la cual podemos concluir que la figura presidencial tiene un rol muy importante, es el hecho de que es la autoridad dentro de la nación y puede influir en diferentes entes del país, para lograr el objetivo final, que es generar confianza, para incentivar la inversión, el turismo, exportaciones e importaciones y en general incrementar la economía del país. La forma de comprobar que la marca país está construida estratégicamente y tiene bases sólidas, es que en el cambio de un periodo presidencial a otro, esta marca no sufra ningún deterioro y perdure a través del tiempo, volviéndose aún más fuerte con los años.
Un ejemplo bastante claro de cómo un presidente puede afectar negativamente la marca de un país, es Venezuela. Un país con una riqueza natural tan amplia, compuesta por diferentes minerales, recursos hidroeléctricos y la gran cantidad de petróleo con la que cuentan no es suficiente para tener una ventaja competitiva, pues este país ha mostrado un gran deterioro de su imagen en los últimos años, como resultado de una mala administración de Hugo Chávez en 3 periodos presidenciales y actualmente los hechos se mantienen con la dirección del país a cargo de Nicolás Maduro. Hoy en día, Nicolás Maduro habiendo cumplido ya el año como presidente, los datos económicos siguen siendo alarmantes; alta inflación, galopante escasez, baja reservas internacionales, 4 tipos de cambio diferentes en el país y millonarias deudas con los sectores productivos entre otros (El mundo, Venezuela 2014). Sumando así también, el pronóstico de que para este año 2014, Venezuela será el único país de América Latina que tendrá un crecimiento negativo de 0,5%, según aseguró el organismo de las naciones unidas (El mundo Venezuela, 2014). De esta forma, podemos confirmar de que la MARCA PAIS está compuesta en una gran medida por el presidente y si este no ha realizado eficientemente su función, tanto la marca país como el país en sí, se verán gravemente afectados. La población Venezolana hoy en día ya no cree en su país y esto hace que esta MARCA sea más débil. Apoyando la idea de Olga Fernanda Jaimes y la de David Parra, la esencia del país la constituye el mismo, por lo tanto, el recorrido que tiene que hacer Venezuela es bastante largo pues se debe empezar por recuperar esta confianza que se ha ido perdiendo a lo largo de los años. Un buen ejemplo puede ser Perú, que en los últimos años la población peruana le ha mostrado al mundo entero su experiencia en sector gastronómico y la historia que ha construido, hace que hoy en día el peruano sea una persona orgullosa de sus raíces. Es por eso que en los últimos 10 años, el turismo de este país se ha incrementado un 178% (Ministerio de comercio exterior de comercio y turismo, 2014), pues han logrado que este sea atractivamente turístico para los extranjeros.
La figura presidencial es un sujeto temporal que lidera la construcción de la marca país durante su periodo. Su objetivo principal es hacer crecer la economía del país, donde la inversión extrajera, el turismo y las exportaciones juegan un papel fundamental. Sus acciones repercuten directa o indirectamente sobre el posicionamiento de ésta, haciendo que sea percibida positiva o negativamente ante mercados internacionales. El presidente se convierte no solo en un vocero que muestra los beneficios de invertir en la marca, sino en un gerente que lidera los proyectos que la hacen más competitiva y atractiva para inversores externos y turistas. A continuación exploremos cómo algunas funciones que ejerce el presidente terminan incidiendo sobre el posicionamiento de la marca país:
En primer lugar, el presidente es el máximo dirigente de las relaciones internacionales al ser la cabeza del poder ejecutivo. Se encuentra en capacidad de nombrar embajadores y crear alianzas comerciales con otras naciones, buscando aumentar la competitividad con una balanza comercial favorable. En este aspecto la marca país juega un papel fundamental siendo la principal herramienta de negociación. Si la marca presenta diferenciación y se encuentra posicionada positivamente en el exterior, estas alianzas se pueden cerrar más fácilmente y positivamente. De esta forma, el presidente se convierte en un vocero promocionando los beneficios de invertir en el país.
Por otro lado, el presidente debe velar por la estabilidad política y social en el país. Conservar el orden público y reestablecerlo cuando sea necesario. Al no contar con estabilidad interna, la productividad del país disminuye y la confianza de inversionistas externos y turistas se ve afectada ante un posicionamiento negativo de la marca país. Este fenómeno lo ha vivido Colombia con las guerrillas internas y la expansión del narcotráfico en la década de los ochenta, y se está observando en otros países como Venezuela.
En América Latina el ejemplo más claro de un presidente que afecta negativamente la imagen del país se da en Venezuela donde se anuncian medidas de contingencia en un ambiente de bajo crecimiento, inflación por las nubes y desabastecimiento. Nicolás Maduro impone un régimen donde se observa cerco mediático, altos niveles de inseguridad, los mayores niveles de corrupción y carencia de libertad para los opositores. Para aliados comerciales como Colombia, este escenario no favorece el intercambio de bienes con el país. A pesar de ser un mercado que ha sido históricamente atractivo, ya no se observan fuentes claras de pago para negocios futuros (Botero, 2014). En línea con este fenómeno, las marcas comerciales de Venezuela se ven afectadas dado que el país no es atractivo para invertir restringiendo tanto las importaciones como las exportaciones. Adicionalmente, el país deja de perfilarse como un atractivo turístico dados los altos niveles de inseguridad. Para mejorar la reputación internacional, el gobierno debe adoptar medidas estratégicas donde se fomente la productividad interna, dando mayores beneficios a las empresas del sector privado. Adicionalmente, adoptar medidas claras y contundentes de control de precios y medidas fuertes ante actos de corrupción. Para mejorar la marca país se debe empezar mitigando los factures que tienen estancada a la economía. Posteriormente se debe empezar a elaborar la campaña donde se resalten los beneficios y las experiencias que hacen a este país único.
Si bien estoy de acuerdo con la importancia de la figura del presidente, no estoy de acuerdo con que esté sea quién desarrolla y construya la estrategia de marca país. Pues aunque debe representar y representar a la marca de forma coherente, debe acoplarse a la marca pre-establecida para un largo plazo y no debe interferir en la construcción y desarrollo, pues habría un retroceso cada vez que un presidente acabe su ciclo presidencial.
1. La figura presidencial es relevante en el posicionamiento de una marca país por lo siguiente:
– El presidente es aquella figura que juega el papel de embajador de comunicación de la EMP. Su presencia, comunicación y seguridad al comunicar esa “marca país” que se construye, es la que determina la percepción de la marca dentro y fuera del país mismo. Si bien el presidente es la figura pública que escogimos como imagen de marca, es también la marca en si misma personificada. El presidente debe ser coherente con lo que el país expone. De esta coherencia dependerá la fuerza que la marca país transmita, tanto al exterior, como al interior del país. Teniendo en cuenta la tendencia de “real facts” en donde las personas muestran resistencia a lo que no es auténtico o genuino y dónde las marcas deben trascender de lo material y hablar de los valores(Echeverri, 2014).
– Si bien el presidente tiene un papel importante en el posicionamiento, es también quién en el caso de Colombia se ha encargado de desviar esa estrategia hacia fines políticos personales, mediante los cuales refuerzan sus propias campañas políticas. Es importante ver este rol como una figura que hace parte de la estrategia de mercadeo del país, y no como una figura que decide como individuo, cómo manejar esa comunicación a su favor. La Marca País debe tener un papel aparte donde opine y sugiera no tanto como un ministerio pero si como un ente asesor de gobierno y de políticas (Buitrago, 2010).
– Por último, vale la pena resaltar el último gobierno de Colombia con su presidente Juan Manuel Santos, como ejemplo claro de la influencia que puede tener un presidente al contar con excelentes relaciones personales y políticas con el sector privado comercial. El comercio y la inversión se ha visto afectada positivamente por la confianza que transmite y las buenas relaciones que tiene Santos con la industria y el sector privado. Sin embargo sería interesante preguntarse si ese desarrollo se queda en el imaginario de los inversionistas extranjeros como parte de la propuesta de valor de la Marca País Colombia, o del gobierno de Santos y Santos como un líder económico fuerte dentro del sector privado.
2. Si bien a nivel mundial hay varios casos de presidentes que afectan negativamente la imagen de un país, como puede ser el caso de Berlusconi, en este caso, vale la pena ser repetitivo y enfático en resaltar el caso particular de Venezuela, con el dúo de Chávez y Maduro.
Con la Marca País de Venezuela que pretende transmitir a través del slogan “ El destino más chévere”, el ministro de turismo de Venezuela, Andrés Izarra, asegura que el turismo creció un 16% en el año 2013. Además de afirmar el aumento en el turismo, expone que los problemas de seguridad en Venezuela que la prensa global ha anunciado en estos últimos años, son exagerados. Poniendo como evidencia a Colombia y Brasil como destinos más peligros.
Según las afirmaciones del Ministro de Turismo, entonces aparecen las contradicciones con la exposición de sus últimos dos gobernantes. Pues tanto Hugo Chávez, como Nicolas Maduro han sido los protagonistas de estos gobiernos y no Venezuela. La MP se convirtió en el discurso de campaña de cada uno. Más allá de lo que los medios han dejado ver de Venezuela, los esfuerzos, recursos y medios de comunicación se han dedicado a reforzar al líder de gobierno y no a su país, sus valores y mucho menos sus diferenciadores que hace un tiempo eran obvias y visibles.
Nicolás Maduro con sus múltiples equivocaciones, poca empatía en relaciones internacionales y decisiones aceleradas, ha dado una imagen de desconfianza, inseguridad y desorden a nivel gubernamental, social y económico. Todo lo anterior acompañado de los escandalosos videos de violencia que permean la web y hacen que la gente se haya empeñado en buscar la “verdad” que nadie realmente puede afirmar. Todo esto, por las mismas restricciones que el gobierno de Maduro ha puesto en Venezuela. Hoy en día la MP de Venezuela se estrella contra un muro que el mismo gobierno construyo para tratar de dar control al gobierno que impone Maduro. Estas acciones han provocado que las empresas Venezolanas migren a ciudades vecinas como Colombia y que los inversionistas extranjeros no se vean interesados en invertir o continuar en el país.
Sus marcas comerciales prefieren buscar un mejor futuro en tierras cercanas, trayendo noticias de la situación actual del país vecino y dando una imagen de Venezuela de una situación económica difícil para invertir y para crecer. Por esta razón, la forma de cambiar esa percepción negativa debe empezar no solo por el turismo que explota actualmente su campaña de Marca País, sino por una campaña interna en la que sus habitantes se sientan tranquilos, cómodos y vean un futuro dentro de su propio país. Mientras sus habitantes sigan migrando con malas noticias y comentarios negativos de su propio país, porque así perciben la situación que se esta viviendo, Venezuela va a seguir siendo percibida de forma negativa.
Si el comercio y el turismo sigue activo, como lo afirma Izarra, y la situación no es como los medios están mostrando a Venezuela, es importante que parte de la estrategia de marca país permita ver esa situación real de adentro. ¿Qué empresas siguen teniendo éxito y crecimiento económico en Venezuela y cuál es ese diferenciador que ofrece?
Como mencione anteriormente, la gente esta buscando la verdad, los valores, las emociones como un «driver» de compra e inversión.
En base al comentario de Olga Fernanda Jaimes Galvis, considero importante resaltar su punto de vista en cuanto a las acciones que debe tomar Venezuela para mejorar su reputación internacional. Comparto con Olga que el trabajo inicial de Venezuela sea mejorar su imagen de marca país interna. Una marca país, así como una marca de cualquier institución debe estar soportada en lo que siente su gente por ella, no podemos hablar de pasión cuando su gente no es apasionada, no se puede hablar de atributos de marca cuando no existen, y aunque Venezuela fácilmente podría hablar de sus riquezas naturales, su marca debe estar soportada en lo que su población siente y refleja al mundo sobre ella. México es un gran ejemplo de esto, no he conocido Mejicano que no se sienta orgulloso de los que es, de sus tierras, su gente, su cultura, su comida, su historia y aunque no atraviesen por su mejor momento económico dan tranquilidad porque siente que se ésta van a salir.
Una vez el gobierno Venezolano logre volver a enamorar a su población de lo que son, lo que fueron y lo que serán, tendrán las bases para podérselo comunicar al mundo. Hay que trabajar en la esencia de la marca para luego poderla comunicar.
Considero que la figura presidencial al ser parte esencial del posicionamiento de la marca país; los resultados que se obtengan en sus periodos de gobierno en cuanto a turismo, inversión extranjera y economía en general, dependerá directamente de la imagen positiva o negativa que se tenga del presidente a nivel internacional. La consecuencia de las relaciones entre sus vecinos, los intercambios comerciales, culturales y factores como la integración de los sectores públicos y privados del país, deben ir alineados con la estrategia de marca, la cual debe ser conocida y dirigida por la figura presidencial para tener un buen impacto a nivel de marca desde la perspectiva mundial. El presidente de una nación siempre representa la figura del pueblo y es la imagen del nivel de preparación y desarrollo de un país; si este a su vez posee un buen nivel de conocimiento, liderazgo y carisma, los resultados finales será el tener un país atractivo y exitoso.
En América Latina, el ejemplo más claro de una figura que afecta negativamente la imagen de Venezuela es el presidente Nicolás Maduro; el cual al querer imponer una dictadura, ha afectado la democracia y a su vez las relaciones con países extranjeros quienes contribuían con el desarrollo económico del país en sectores empresariales claves para la calidad de vida de los ciudadanos venezolanos. Las marcas comerciales, ya no poseen la misma imagen y credibilidad internacional, a partir de las nuevas políticas económicas y de intercambio que impiden un proceso claro de comercialización entre países.
Para mejorar su reputación internacional, el presidente Nicolás Maduro inicialmente debe construir una relación de acuerdos y beneficios mutuos con la oposición venezolana, para que se logre un consenso interno en donde el gobierno y el sector privado encuentren mejoras equitativas internas y luego se realice una reestructuración de la estrategia de marca país para mejorar la imagen internacional.
Respondiendo a la primera pregunta del foro, aunque estoy de acuerdo con el artículo en que la marca país no debe depender 100% de la figura presidencial de un país por ser este un personaje que está cambiando continuamente en el tiempo y junto con él podría llevarse fácilmente toda la estrategia y el trabajo logrado de marca país, es claro también, que el presidente de un país es la Imagen y Presentación oficial del mismo frente al resto del mundo y por tanto, debe ser él un constante embajador y desarrollador del concepto de marca país, pues a través de su papel de relacionista público tiene a la mano todas las herramientas para promocionar y promover la mejor imagen de su país, contribuyendo a que este sea reconocido internacionalmente por todas sus bondades y estrategia de marca país que tenga definido su país. Indiscutiblemente, la estrategia de marca país no debe ir ligada al nivel de exposición de un presidente, pues no debe ser este el único canal, pero la presidencia de un país si debe actuar como un motor a través del cual se pueda desarrollar el posicionamiento de una marca país en el corto plazo.
Respondiendo a la segunda pregunta del foro, Nicolas Maduro, presidente de Venezuela, es el claro ejemplo de una figura presidencial que afecta negativamente la imagen de su país. Esto debido a que su gestión y mandato siguen apoyando a que Venezuela carezca de estabilidad económica, social y política, que sea un país con desabastecimiento (escasez de cosas tan básicas y necesarias como el papel higiénico), inseguridad y adicional con un alto costo de vida, que no permite que sus habitantes cuenten con bienestar y estabilidad económica y que por todo esto ha provocado un gran conflicto social que es evidente en las calles de Venezuela.
Adicional a esto, su gran oposición a la entrada de capital privado, que no permite que Venezuela pueda mejorar su economía, que grandes compañías quieran invertir y hacer presencia en ese país y así mismo alienta a que las ya existentes quieran irse al verse limitados a crecer por todas las imposiciones y malas decisiones desarrolladas por el presidente junto con su Gobierno, porque es claro que la mala imagen no la lleva solo él, sino va acompañada de todo su equipo de trabajo, que contribuyen empeorando las condiciones del país, logrando que el mundo entero vea a Venezuela como el lugar menos deseado para conocer, vacacionar e invertir en grandes negocios.
Finalmente, pienso que el Gobierno de Venezuela liderado por su presidente Nicolas Maduro debe asumir la voluntad de expresarse de manera diferente para que deje de ser visto por parte de quienes lo adversan como un gobierno autoritario. Para lograr mejorar su reputación internacional debe trabajar fuertemente en los siguientes dos puntos:
• El gobierno de Venezuela tiene como gran reto comenzar primero por recuperar la reputación frente a sus propios habitantes, pues actualmente gran porcentaje de ellos no cree en el país y tiene el peor concepto de él. El pueblo es otro más de los voceros para la marca país, sin el apoyo de ellos, el reconocimiento internacional será siempre imposible de alcanzar.
• El gobierno de Venezuela debe trabajar fuertemente en generar interés por parte del mundo entero, logrando que la gente se siente invitada y bienvenida a visitar y disfrutar de las riquezas innatas con las que cuenta el país.
Me parece bastante interesante la relación entre la figura presidencial y el papel que cumple un CEO en una compañía ya que permite que la marca sea asociada con una persona y no con un producto o algo material. Este papel puede llegar incluso a minimizar crisis, no en vano la mayoría han sido superadas gracias a la credibilidad que genera la presencia de un representante, Steve Jobs era una gran muestra de esto. Adicionalmente, considero que el papel de este «CEO» aparte de ser una figura que humaniza la comunicación debe estar respaldado por hechos y una gestión efectiva que responda a las necesidades de sus ciudadanos y de las otras economías que pueden ver en su imagen una aliado potencia.
Para finalizar quisiera también destacar el invaluable poder de las alianzas estratégicas que debe realizar el presidente con otros actores que refuercen su presencia he podido visibilizar cómo entidades sin ánimo de lucro como Maloka, que le apuestan a la innovación y son figuras en el mundo pueden, con pequeñas acciones, generar un impacto y dirigir la mirada de otros países con acciones que pueden parecer simples pero son valiosas, por ejemplo las ferias de ciencia y tecnología en distintos lugares de Colombia destacan proyectos de niños y jóvenes emprendedores los cuales en muchos casos suelen ser tomados por áreas de innovación y desarrollo de grandes multinacionales.
En el momento en que un país decide incursionar en la aventura de desarrollar un proyecto de la creación de la Marca País, debe tener muy claros los objetivos por los cuales esta desarrollando este plan, y no caer en el equivoco de pensarlo como una estrategia de mercadeo que va a traer resultados inmediatos, enfocados en intereses propios de los políticos o de las cabezas de los gremios económicos que se encuentren de turno.
Para poder tener una marca país solida, es importante tener en cuenta que se debe construir con base en atributos reales del país, pero adicional a esto debe tener muy en cuenta que los giros en entornos políticos y económicos pueden afectar directamente la buena o la mala percepción que se tenga de dicho país (Echeverri, Sestay-Nicular, & Rosker, 2012). Hablando específicamente del ámbito político, podemos decir que el Presidente, como cabeza del gobierno, representa el punto más crítico de opinión y de imagen de una nación, ya que es el representante ante el mundo de las ideas que todo un pueblo profesa. Es por esto que si el Presidente y sus políticas no están reflejando estabilidad, tranquilidad y transparencia, la marca país se empieza a ver afectada ya que los otros países van a empezar a perder su confianza en el territorio y progresivamente se van a afectar el turismo, las inversiones extrajeras y las exportaciones, que son los tres pilares que debe procurar fortalecer un buen plan de marca país.
En el caso de Venezuela, vemos que tanto el anterior, como el actual presidente han tenido gobiernos muy controversiales, debido a que sus políticas han afectado de gran manera al sector económico. Al cierre del año 2013, lograron un crecimiento el 1,6% (Nacional, 2013), con un indicador de inflaciones del 56,2% al mismo corte, y tienen pronósticos de alcanzar el 75% en 2014, acompañado de un 0% de crecimiento (Infobae, 2014). Lo más preocupante es que está en duda la capacidad de reacción del presidente Nicolás Maduro para revertir el rumbo descendente de nuestro vecino país (Ochoa, 2014).
Todos estos factores llevan a que la reputación, no solo del mandatario, sino del país tenga una desmejora acelerada ante la percepción de comunidad extranjera. Esto lleva a la fuga de inversión extranjera y la disminución acelerada de exportaciones y del flujo de turistas, que al ver la situación de orden publico que vive el país debido a sus múltiples problemas, prefieren cambiar de destino a alguno que tenga una mejor reputación.
La tarea de Venezuela en la reconstrucción de su marca país tiene que estar fundamentada en mostrar sus reales valores, y debe tener un apoyo incondicional del gobierno, teniendo la claridad de que no se puede volver un instrumento de gobierno, sino un apoyo mutuo de ideales que persigan el bienestar común de una nación.
El país como una marca requiere de distintos factores para posicionarse en la mente, corazones y en la economía tanto de sus ciudadanos como de otros países.
La figura presidencial, es importante ya que se convierte en uno de los ejes articuladores que permiten proyectar o materializar la estabilidad económica, política y social, propiciar nuevas oportunidades, defender los intereses ante las crisis y visibilizar que existe una coherencia entre lo que se comunica y lo que verdaderamente existe en el país que representa.
Sin embargo, el personalismo político, en algunos gobernantes de Latino América y en otros países del mundo, se ve expresado no solo como una forma de acercar a los líderes a su pueblo, sino como una forma de cerrar las fronteras y trasladar en su totalidad, el poder de la productividad, la cultura, la innovación y el desarrollo de un país, a una figura pública o a, como lo mencionaron en “El liderazgo político, entre la ideología y el personalismo” (De Mantilla & Cipaguata, 2006) liderazgos fraccionados o personalistas, perjudicando la estabilidad, la credibilidad del país y de sus marcas comerciales. El caso de Venezuela, puede representar esta realidad.
El liderazgo y las políticas ejercidas por Hugo Chávez y de su actual sucesor Nicolás Maduro, se centraron en exaltar y dirigir más la opinión internacional en idealismos políticos. Esta situación por sí misma no repercutiría en una percepción negativa del país ni en la desconfianza, sin embargo factores como sus altos niveles de inflación, inseguridad y desempleo se unen para desfavorecer su imagen y, como se ha visto sus relaciones comerciales con otros países, disminuyendo sus exportaciones.
La solución estaría basada en tres palabras clave: inclusión (Echeverri & Estay-Niculcar), gestión y coherencia (Hansen 2010). Al estar la imagen del país en una mala posición sería fundamental descentralizar e involucrar a distintos actores (Echeverri & Estay-Niculcar) y humanizar la comunicación fortaleciendo la imagen de un país en desarrollo capaz de superar cualquier crisis. Se puede centrar la comunicación en la cultura, la educación, el emprendimiento o el deporte para trasladar las percepciones negativas.
Envío dos ejemplos que podrían estar relacionados con la marca país y de cómo esta puede ser asociada con las emociones, recuerdos, sabores y aspiraciones llegando a la emoción y la razón.
The Young Europeans: http://youtu.be/dQRGHAdQjR0
Ratatoulle: http://youtu.be/lljNlRMEO44
La figura presidencial es importante en el posicionamiento de una marca país por tres motivos principales:
1. El presidente de un país es el que construye y desarrolla la estrategia de marca país. Él debe conocer a la perfección la imagen que se tiene del país en el exterior como en el interior. Debe poder diagnosticar el DOFA interno y externo para así determinar los diferentes planes de acción que se deban implementar para posicionar su marca país y sobre todo, debe conocer cuáles son los diferenciales que tiene ese país sobre la región y sobre el mundo y cuáles son esas características positivas con las que se asocia para potencializarlas en su estrategia. Esto podría incentivar el turismo, la inversión extranjera y aumentar el nivel de exportaciones del país.
2. Es un cargo que requiere excelentes relaciones públicas tanto dentro del país como fuera de él. Dependiendo de la credibilidad que tenga el presidente en su propio país logrará obtener apoyo de los ciudadanos en los diferentes proyectos que decida emprender pues la gente confía en su criterio. Esto colabora con la estabilidad económica y política del país, motivando así a las diferentes industrias y a los ciudadanos. Si un gobierno es apoyado por sus ciudadanos genera credibilidad a ojos del mundo y esto lleva a un aumento significativo en la confianza al país: incrementos en la inversión extranjera, mayores índices de productividad, desarrollo en términos de industria, entre otras cosas.
3. Más allá de ser la figura que lidera el desarrollo de un país, es su representante ante el mundo. En él recaen importantes temas tales como sus relaciones y su imagen con los demás representantes de los países. Esto tiene implicaciones significativas frente al país ya que el presidente debe representar los principios, valores y estrategias bajo las que está fundamentado el país para el desarrollo de su estrategia y no bajo su propia perspectiva (Echeverri & Estay-Niculcar); en caso de ser contrario, la estrategia pierde credibilidad pues su representante ni siquiera cumple las características que destacan al país frente al mundo.
A pesar de ser un país con una fuente de petróleo bastante rica, Venezuela hoy en día se ha visto afectado por sus últimos mandatarios de manera contundente. Desde el gobierno de Chávez, Venezuela se ha caracterizado por tener los índices de inflación en la región. Bajo la presidencia de Nicolás Maduro se pronostica que llegarán al 56% en el 2014, así como una caída en su producto interno bruto del -0.6% que es causado por la disminución de la inversión y las exportaciones del país. (Puglisi, 2014)
Desde su elección, Maduro se ha visto expuesto a fuertes manifestaciones por parte de los venezolanos que han dado la vuelta al mundo, adicional a esto y debido a comentarios que ha hecho en diferentes medios de comunicación ha sido objeto de burla por falta de fundamentos (Ej.: El “pajarito”de Chávez, S.O.S, “Chávez influyó en la elección del papa Francisco”, entre otros. (Los deslices de Nicolás Maduro en su primer año de gobierno, 2014)
Venezuela es considerado uno de los países más peligrosos de Latinoamérica, no hay calidad de vida para sus ciudadanos y no tiene estabilidad política y económica. A pesar de ser un país que cuenta con todas las características para ser una potencia latinoamericana, por culpa de un mal mandato y una pobre estrategia de gobierno, no ha podido desarrollarse de manera beneficiosa para impulsar su marca país. Sus altos niveles de inflación no lo vuelven competitivo en el mercado mundial pues deben pagar costos de fabricación y de materias primas mucho más altos que el resto. Perdieron competitividad a pesar de ser un país muy rico. Su inestabilidad política y económica afecta de manera directa el comercio pues los inversionistas extranjeros no quieren poner su dinero en un país tan volátil como este, y los empresarios les cuesta trabajo conseguir alianzas estratégicas con otras empresas del mundo debido a su forma de gobierno y a la misma inestabilidad mencionada anteriormente.
Principalmente, el gobernante de este país debe desenrollar el conflicto que hay en términos políticos. Maduro debe recuperar la credibilidad y el respeto de los venezolanos, así como debe mejorar sus condiciones de vida, para así poder empezar a desarrollar una estrategia de marca país que perdure en el largo plazo y que cumpla con los valores de su gente, su país y su cultura.
El presidente es un folleto, o mejor, seamos mas modernos, es un comercial o banner en un web page, si lo ven y les llama la atención, entonces se interesarán por la marca que en este caso, es un país. La estrategia y la difusión de una campaña de marca país puede ser muy fuerte y puede estar muy bien pensada, diseñada y ejecutada pero si el comportamiento del mandatario de ese país no es óptimo, la estrategia sería totalmente inútil, pues tanto la estrategia como el presidente deben transmitirle al mundo el mismo mensaje, claro está, cada uno difunde el mensaje por canales y maneras diferentes, pero debe ser un mensaje unificado. Por este motivo, el mandatario debe inspirar confianza y debe ayudar a que su marca, que es el país que gobierna, sea bien vista, genere interés, atraiga, este presente en varios lugares, vele por que se hable bien de ella y que cuando exista un momento de crisis siempre haya tranquilidad y claridad. El presidente es el CEO de la marca que como dije anteriormente, en este caso es un país. Esta marca trabaja día a día para atraer a los inversionistas e incentivar el turismo (Echeverri & Estay-Niculcar) pero mas allá de esto, debería consolidar la imagen global o la reputación de un país, según Simon Anholt. Por este motivo su CEO debe siempre cuidar la manera en como se dirige a las personas, su manera de vestir, sus reacciones, sus alianzas y amistades, el manejo que le da a las diferentes circunstancias negativas y positivas y su popularidad, todo esto con el fin que su marca tenga un muy buen posicionamiento, siempre sea atractiva y tenga una buena reputación.
Un ejemplo claro de un gobierno que afecta negativamente y desacredita la marca país es la presidencia de Cristina Fernández en Argentina. La economía argentina ha venido desacelerando el los últimos años de gobierno de Cristina Fernández, según el diario El País, la inflación ha alcanzado el 33,4% anual, el cual ha sido el más alto desde el año 2003. Ha superado uno de los índices más altos de inflación que se dio en el 2008 con el 32,9% periodo en el que Fernández de Kirchner tenía innumerables conflictos con los agricultores (El País,2014). La rápida desaceleración en la economía argentina ha sido un factor que ha afectado a Cristina Fernández en su figura como presidente pues se duda de las capacidades que pueda tener para mantener un país a flote y superar las crisis que se le presenten, lo que claramente afecta la inversión extranjera. Adicional, la mayoría de veces en la que Argentina ha sufrido diversas crisis, la reacción de su mandataria es no poner la cara de inmediato, esto causa pánico, intranquilidad e incertidumbre, adicional, hace que se agranden los problemas y lleguen a medios internacionales, afectando así la imagen y la reputación del país. Un ejemplo claro es que Cristina Fernández habló durante tres horas en el Congreso sin pronunciar la palabra inflación. Adicional, el anterior Ministro de Economía, Hernán Lorenzino, contestó “me quiero ir” cuando una periodista griega le preguntó sobre la inflación (El País, 2014). Como puede ser buena y confiable la imagen de una país cuando su mandataria no permite hablar de los temas negativos, sabiendo que ya son públicos y peor aun, son polémica a nivel internacional. Como puede perdurar una estrategia de marca país en Argentina fomentando el turismo, la inversión extranjera cuando su presidenta no inspira confianza y miente a cerca de la situación del país, ellos no pueden invertir donde incertidumbre. En cuanto al turismo, no es un secreto que los argentinos se quejan de su situación y de su gobernante solo basta con leer redes sociales, pero ya se pasa a otro nivel cuando medios como The Economist publica una editorial nefasta en donde afirmaba que Argentina es “un desastre”, y que Cristina Fernández, no es más que “la última de una sucesión de populistas económicamente analfabetos, que se remonta a Juan y Eva Perón (El País, 2014). Esta clase de comentarios tan fuertes en contra de Cristina Fernández hace que la imagen del país decaiga y se vuelva poco atractivo tanto para los inversionistas extranjeros como para el turismo. ¿Por qué iría yo a un país en donde prima el inconformismo y las malas críticas? No solo los medios se encargan de transmitirle a la gente las malas decisiones de la gobernante, sino como dije anteriormente, cuando se leen redes sociales es cuando de verdad por boca de los argentinos sabemos que es un país afectado por su presidenta y donde las personas ven que hay problemas, claramente lo rechazan y prefieren buscar un destino en donde tengan un panorama claro, confiable y tranquilo.
Las malas decisiones, el silencio de su presidente ante los conflictos, la mala economía, la falta de aperturas a nuevos mercados, nacionalizar empresas y hasta las alianzas y amistades pueden afectar notablemente la imagen de un país. Por ejemplo, darle su apoyo rotundo al ex Presidente Hugo Chávez y a sus son decisiones letales para la imagen de un país, por esto mismo, hay que pensar muy bien las consecuencias y asesorarse de la mejor manejar siempre poniendo al país en primer lugar, su imagen y su reputación ya que en el exterior pueden pensar que si apoyó al ex Presidente venezolano y comulgaba con su ideología significa que podría hacer lo mismo en su país y esto claramente no da confianza.
Cristina Fernández para mejorar su reputación internacional, debe primero, mejorar su reputación al interior del país. Debe asesorarse mejor poniendo siempre al país primero, debe concientizarse que el interés colectivo es lo que prima sobre los intereses individuales de esta manera le demuestra a los argentinos que se preocupa por ellos y que trabaja para ellos, de esta manera, paso a paso, podrán verla como una líder confiable y de paso, podrá acelerar la economía y estabilizar el país. Debe siempre dar la cara ante cualquier situación, debe tranquilizar a las personas, debe contar el panorama que se está viviendo siempre con la verdad, nunca callar ante ningún problema, frentear las situaciones y siempre dar soluciones hablando con propiedad y seguridad. Así mismo, debe darse más visibilidad en el exterior con las cosas buenas que pasan en Argentina, debe hacer mejores alianzas, debe mejorar sus actitudes en actos públicos y sobre todo debe explotar lo bueno que tiene Argentina y viajar mucho para que la conozcan y poder contar todo lo bueno que ofrece Argentina y lo que ella hace por ese país, claro está, siempre hablando con hechos verídicos.
Es totalmente cierto que cuando haya un cambio de gobierno, la estrategia de marca país no se tiene porque ver afectada. La estrategia y las campañas de marca país deberían ir completamente ligadas con la presidencia de los países. Debe ser deber del mandatario de turno revisar y entender la estrategia y las campañas de marca país con el fin de reforzar los mensajes que se quieren transmitir, tener más visibilidad y sobre todo más credibilidad. No es cuestión de que la estrategia de marca país se acomode al gobierno de turno, al contrario, el mandatario que esté gobernando debe apropiarse de las estrategias y de las campañas propuestas por marca país, de este modo evitaríamos en gran medida que se tomara como campaña política y la podamos convertir en una estrategia de branding perdurable y blindada como asegura Lina María Echeverri en su blog, “El país como una marca” en el artículo, “La figura presidencial en el posicionamiento de una marca país”. De esta manera se podrán ver y medir a largo plazo los resultados de las estrategias y de las campañas de marca país y podríamos llegar a estrategias perdurables y solidas.
El presidente es un folleto, o mejor, seamos mas modernos, es un comercial o banner en un web page, si lo ven y les llama la atención, entonces se interesarán por la marca que en este caso, es un país. La estrategia y la difusión de una campaña de marca país puede ser muy fuerte y puede estar muy bien pensada, diseñada y ejecutada pero si el comportamiento del mandatario de ese país no es óptimo, la estrategia sería totalmente inútil, pues tanto la estrategia como el presidente deben transmitirle al mundo el mismo mensaje, claro está, cada uno difunde el mensaje por canales y maneras diferentes, pero debe ser un mensaje unificado. Por este motivo, el mandatario debe inspirar confianza y debe ayudar a que su marca, que es el país que gobierna, sea bien vista, genere interés, atraiga, este presente en varios lugares, vele por que se hable bien de ella y que cuando exista un momento de crisis siempre haya tranquilidad y claridad. El presidente es el CEO de la marca que como dije anteriormente, en este caso es un país. Esta marca trabaja día a día para atraer a los inversionistas e incentivar el turismo (Echeverri & Estay-Niculcar) pero mas allá de esto, debería consolidar la imagen global o la reputación de un país, según Simon Anholt. Por este motivo su CEO debe siempre cuidar la manera en como se dirige a las personas, su manera de vestir, sus reacciones, sus alianzas y amistades, el manejo que le da a las diferentes circunstancias negativas y positivas y su popularidad, todo esto con el fin que su marca tenga un muy buen posicionamiento, siempre sea atractiva y tenga una buena reputación.
Un ejemplo claro de un gobierno que afecta negativamente y desacredita la marca país es la presidencia de Cristina Fernández en Argentina. La economía argentina ha venido desacelerando el los últimos años de gobierno de Cristina Fernández, según el diario El País, la inflación ha alcanzado el 33,4% anual, el cual ha sido el más alto desde el año 2003. Ha superado uno de los índices más altos de inflación que se dio en el 2008 con el 32,9% periodo en el que Fernández de Kirchner tenía innumerables conflictos con los agricultores (El País,2014). La rápida desaceleración en la economía argentina ha sido un factor que ha afectado a Cristina Fernández en su figura como presidente pues se duda de las capacidades que pueda tener para mantener un país a flote y superar las crisis que se le presenten, lo que claramente afecta la inversión extranjera. Adicional, la mayoría de veces en la que Argentina ha sufrido diversas crisis, la reacción de su mandataria es no poner la cara de inmediato, esto causa pánico, intranquilidad e incertidumbre, adicional, hace que se agranden los problemas y lleguen a medios internacionales, afectando así la imagen y la reputación del país. Un ejemplo claro es que Cristina Fernández habló durante tres horas en el Congreso sin pronunciar la palabra inflación. Adicional, el anterior Ministro de Economía, Hernán Lorenzino, contestó “me quiero ir” cuando una periodista griega le preguntó sobre la inflación (El País, 2014). Como puede ser buena y confiable la imagen de una país cuando su mandataria no permite hablar de los temas negativos, sabiendo que ya son públicos y peor aun, son polémica a nivel internacional. Como puede perdurar una estrategia de marca país en Argentina fomentando el turismo, la inversión extranjera cuando su presidenta no inspira confianza y miente a cerca de la situación del país, ellos no pueden invertir donde incertidumbre. En cuanto al turismo, no es un secreto que los argentinos se quejan de su situación y de su gobernante solo basta con leer redes sociales, pero ya se pasa a otro nivel cuando medios como The Economist publica una editorial nefasta en donde afirmaba que Argentina es “un desastre”, y que Cristina Fernández, no es más que “la última de una sucesión de populistas económicamente analfabetos, que se remonta a Juan y Eva Perón (El País, 2014). Esta clase de comentarios tan fuertes en contra de Cristina Fernández hace que la imagen del país decaiga y se vuelva poco atractivo tanto para los inversionistas extranjeros como para el turismo. ¿Por qué iría yo a un país en donde prima el inconformismo y las malas críticas? No solo los medios se encargan de transmitirle a la gente las malas decisiones de la gobernante, sino como dije anteriormente, cuando se leen redes sociales es cuando de verdad por boca de los argentinos sabemos que es un país afectado por su presidenta y donde las personas ven que hay problemas, claramente lo rechazan y prefieren buscar un destino en donde tengan un panorama claro, confiable y tranquilo.
Las malas decisiones, el silencio de su presidente ante los conflictos, la mala economía, la falta de aperturas a nuevos mercados, nacionalizar empresas y hasta las alianzas y amistades pueden afectar notablemente la imagen de un país. Por ejemplo, darle su apoyo rotundo al ex Presidente Hugo Chávez y a sus son decisiones letales para la imagen de un país, por esto mismo, hay que pensar muy bien las consecuencias y asesorarse de la mejor manejar siempre poniendo al país en primer lugar, su imagen y su reputación ya que en el exterior pueden pensar que si apoyó al ex Presidente venezolano y comulgaba con su ideología significa que podría hacer lo mismo en su país y esto claramente no da confianza.
Es totalmente cierto que cuando haya un cambio de gobierno, la estrategia de marca país no se tiene porque ver afectada. La estrategia y las campañas de marca país deberían ir completamente ligadas con la presidencia de los países. Debe ser deber del mandatario de turno revisar y entender la estrategia y las campañas de marca país con el fin de reforzar los mensajes que se quieren transmitir, tener más visibilidad y sobre todo más credibilidad. No es cuestión de que la estrategia de marca país se acomode al gobierno de turno, al contrario, el mandatario que esté gobernando debe apropiarse de las estrategias y de las campañas propuestas por marca país, de este modo evitaríamos en gran medida que se tomara como campaña política y la podamos convertir en una estrategia de branding perdurable y blindada como asegura Lina María Echeverri en su blog, “El país como una marca” en el artículo, “La figura presidencial en el posicionamiento de una marca país”. De esta manera se podrán ver y medir a largo plazo los resultados de las estrategias y de las campañas de marca país y podríamos llegar a estrategias perdurables y sólidas.
La figura presidencial es fundamental en el posicionamiento de una marca país, ya que es la figura más poderosa que impulsa y representa las decisiones que delimitan el rumbo de un país y que influyen en el enfoque bajo el cual se rigen los tres pilares de la marca: turismo, inversión extranjera y exportaciones. La alineación de un presidente con la estrategia marca país es fundamental para que sea exitosa, sin embargo, la marca debe tener una estrategia a largo plazo que logre posicionarla como independiente al mandatario de turno.
En Argentina, con la mandataria Cristina Fernández de Krichner, encontramos un caso en el cual la estrategia marca país puede ser afectada por una figura presidencial. Durante su mandato, se han generado factores críticos de inflación y devaluación a los cuales les ha dado respuesta tomando decisiones frente a impuestos, restricción de divisas y expropiación de empresas, que han causado una desaceleración de la demanda y la oferta y una aceleración de la incertidumbre. Una de las medidas tomadas fue aumentar a 35% los impuestos al turismo y a las compras en el exterior (Infobae, 2014), causando que las marcas comerciales tiendan a bajar sus precios para ser alcanzables por los consumidores argentinos; afectando así sus ingresos como compañía. Asimismo, se fijaron topes de declaración de divisas y mercancías muy bajos para los viajeros internacionales (USD $300) (Administración federal de ingresos públicos, 2014), lo cual actúa como una “traba” para los viajeros; quienes en la mayoría de casos van a tener que declarar. Por otra parte, existe una restricción a la salida de divisas y por ende, las empresas extranjeras empiezan a pensar en irse del país porque no pueden sacar su dinero (un caso similar al de Venezuela) (Cronista, 2014). Finalmente, se han desarrollado estrategias de expropiación de empresas como la que ocurrió en el año 2012 con la filial de Repsol – Grupo YPF en Argentina (Repsol, 2013); lo cual es fuente directa de incertidumbre para las empresas privadas y las multinacionales.
Para mejorar la reputación internacional de Argentina, es fundamental que la mandataria esté más presente como figura, ya que está siendo percibida como ausente. Además, debe focalizar los esfuerzos para mitigar la inflación con medidas que no afecten a las marcas comerciales para que puedan incentivar su oferta y conseguir capital extranjero; teniendo en cuenta que Argentina es un país muy fuerte en la producción y exportación de alimentos. Por otra parte, el país debe desarrollar estrategias de turismo que estén alineadas y potencialicen la promesa de marca país; aprovechando que este pilar ha sido un fuerte durante muchos años para la marca y desligándolo de la situación del gobierno actual.
En la primera pregunta, en mi opinión la figura presidencial si es relevante para el posicionamiento de una marca país, porque es uno de los pilares de la nación, el cual debe resaltar las características atractivas y distintivas que el país posea, garantizando que se involucre el gobierno, las empresas y los ciudadanos, con el fin de que todos los participantes tengan claro el objetivo de posicionamiento para que se pueda promocionar y posicionar las características definidas por todos los sectores involucrados.
Si un país tiene una figura presidencial que cumpla con el lineamiento antes planteado, en donde se proyecte claramente en su estrategia de plan de medios para el mundo una estabilidad económica y política, esto promoverá el turismo, las exportaciones y la inversión extranjera.
La figura presidencial de un país afectara positiva o negativamente de acuerdo al plan de gobierno que tenga establecido, lo cual impactará la percepción del país frente al mundo en cuanto a seguridad y desarrollo económico.
Para la segunda pregunta, el actual presidente de Venezuela Nicolás Maduro Moros, afecta negativamente la imagen de este país porque su política de gobierno no involucra al sector empresarial y no brinda un desarrollo económico sostenible, con lo cual está proyectando al mundo un país con poca visión de inversión y seguridad, lo cual afecta el turismo, la comercialización de sus productos y servicios.
Las maracas comerciales se están viendo afectadas por las políticas económicas actuales, debido en primer lugar que el mundo no ve a Venezuela como un país interesante para invertir y segundo que el gobierno no apoya estratégicamente al sector empresarial, lo cual está ocasionando que muchas marcas lleguen a la quiebra o tomen la decisión de salir del país para desarrollar empresa en diferentes partes del mundo.
Venezuela debe estructurar una política económica en la cual haga participe al sector empresarial y los ciudadanos, en donde se siga impulsando la calidad de vida de las personas, pero que el gobierno le permita al sector empresarial tener las herramientas para que se puedan desarrollar y busquen tener una mayor estabilidad política y económica, con lo cual traerá seguridad y confianza para que llegue nuevamente inversión extranjera y se reactive el turismo, teniendo como resultado una marca país más reconocida y posicionada en el mundo.
El posicionamiento de una marca país en medio de cambio presidencial es una oportunidad perfecta para validar si detrás de la marca país hay una estrategia fundamentada en indicadores de turismo, comportamiento de la economía y el sistema cultural entre otros, o solo se fundamente en el estilo de un presidente de turno.
Como todo buen gerente de marca, un presidente no debe llegar a imponer su propia marca país sino por el contrario validar que la estrategia sobre la cual se fundamenta la marca de su país, esté basada en elementos que permitan el crecimiento y mejoramiento de la calidad de vida de su país, y en base a ello seguir los lineamientos que permitan una continuidad fortaleciendo la personalidad y esencia del país en el transcurrir de los años; es entonces cuando el posicionamiento de un presidente toma relevancia en el éxito de una marca país.
Sin lugar a dudas en América Latina es visible como una figura presidencial puede dañar la marca de un país. Es lamentable ver como una marca como Venezuela hoy se ha convertido en uno de los últimos destinos a tener en lista por parte de los turistas, inversionistas entre otros (Samuel Salazar, Bogotá 2014). Nicolás Maduro hoy es visto como un presidente incompetente, lo que va directamente relacionado con la incompetencia en la que se ha encasillado a Venezuela, su régimen patrocinado por su presidente señala a las marcas comerciales de su país incapaces de ser competitivas en su entorno gracias a las barreras en relaciones públicas impuestas por su país (El País, Caracas 2013). En medio de un país marcado por el estilo de gobernar de su presidente, las marcas comerciales de Venezuela deben buscar la manera de desligarse de esa marca país y por el contrario focalizarse en potencializar sus propias marcas desconociendo por completo su relación con el país origen con el fin de no verse afectado por la mala imagen generada por su presidente.
FORO DE DISCUSIÓN
Para iniciar el Foro de Discusión los alumnos de la Especialización en Mercadeo Estratégico deben hacer lectura del artículo:
ECHEVERRI, Lina María; ESTAY-NICULCAR, Christian A y ROSKER, Eduardo. Estrategias y experiencias en la construcción de marca país en América del sur. Revista Estudios y perspectivas en Turismo, 21(2), pp. 288-305
Responder las siguientes preguntas:
1. ¿Por qué la figura presidencial es relevante en el posicionamiento de una marca país?
2. Analice una figura presidencial en América Latina que afecte negativamente la imagen del país. ¿Cómo la afecta hacia sus marcas comerciales y qué debe hacer para mejorar su reputación internacional?
Cada estudiante debe hacer dos aportes:
a. Un aporte propio que responda a las preguntas del foro. En un solo aporte dar respuesta a cada una indicando a qué pregunta corresponde.
b. Un aporte (críticas o apología) a los comentarios de un compañero de clase.